El hombre de Florida que asesinó a un adolescente negro desarmado durante una disputa por música a alto volumen alega legítima defensa en su juicio por homicidio. En 2012, Michael David Dunn se detuvo al lado de un auto en el que viajaban adolescentes para pedirles que bajaran el volumen de su estéreo. Tras una discusión, Dunn efectuó ocho o nueve disparos contra el vehículo, continuó disparando incluso luego de que los adolescentes intentaron huir, e hirió fatalmente a Jordan Russell Davis, de diecisiete años de edad. Al atestiguar por primera vez el martes, Dunn expresó que temió por su vida.
Michael Dunn expresó: “Cuando escucho ese ‘tendría que matar a ese hijo de …’ presto más atención a lo que están diciendo. Sí, y en una voz todavía más elevada oigo ‘tendría que matar a ese hijo de …’, en ese momento está gritando. Dijo que me iba a matar, pero después abrió la puerta y luego de abrir la puerta dijo: ‘Estás muerto, cabrón’. En ese punto sentí todavía más miedo. Digo aquí está mi guantera. Miro por la ventana y le digo: ‘¡No vas a matarme, hijo de …!’ Y disparo”.
El abogado le preguntó: “Está bien. ¿Y todavía recuerda cuántas veces disparó?”.
Dunn respondió: “No lo recuerdo”.
Nunca se encontraron armas en el vehículo de los adolescentes. Dunn huyó de la escena en vez de llamar a la policía, se fue a un hotel con su novia y ordenó pizza. El tiroteo suscitó comparaciones con la muerte de Trayvon Martin. Está previsto que Dunn alegue legítima defensa, al igual que se invocó en las instrucciones que recibió el jurado durante el juicio del homicida de Martin, George Zimmerman.