Washington se ha convertido en el estado más reciente en Estados Unidos en suspender la pena de muerte. El gobernador demócrata Jay Inslee anunció la medida.
Inslee expresó: “Un sistema que no puede disuadir la delincuencia, le cuesta a los ciudadanos millones de dólares más que la cadena perpetua sin libertad condicional, es incierto en su aplicación, y expone a las familias a varias décadas de incertidumbre en cuanto al resultado de la decisión judicial, no está bien. Podrían decir que no es moralmente aceptable, pero yo puedo decir que no es correcto”.
El estado de Washington es el número 18 en poner fin a la pena capital, y el sexto en otros tantos años. Nueve presos serán trasladados del corredor de la muerte como consecuencia.