El Presidente afgano, Hamid Karzai, ha rechazado las objeciones de Estados Unidos a la última liberación de prisioneros de su gobierno. Un grupo de 65 presos fue liberado de Bagram el jueves, una prisión controlada anteriormente por la ocupación estadounidense. El gobierno de Barack Obama había hecho una intensa campaña contra la liberación de los prisioneros, acusándolos de ataques a civiles afganos y tropas estadounidenses. En una conferencia de prensa, Karzai declaró que Estados Unidos no debería interferir en los asuntos afganos.
El Presidente afgano afirmó: “Afganistán es un país soberano. Si las autoridades judiciales afganas deciden liberar un prisionero, no es asunto de Estados Unidos y no debería ser de la incumbencia de Estados Unidos. Y espero que este país deje de acosar los procedimientos y autoridades judiciales afganos, y comience a respetar la soberanía de Afganistán”.
En un comunicado, las fuerzas militares estadounidenses afirmaron que los prisioneros recientemente liberados representan una amenaza para civiles afganos y soldados extranjeros.