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A medida que el número de deportaciones efectivizadas durante la presidencia de Obama se acerca las dos millones y mientras la reforma migratoria se retrasa a causa del bloqueo de los republicanos, los inmigrantes indocumentados se están defendiendo a través de actos de desobediencia civil. Cientos de personas se manifestaron en la frontera entre Estados Unidos y México esta semana para apoyar a un grupo de jóvenes indocumentados y familias migrantes que buscan reingresar a Estados Unidos. Mucho más al norte, en Tacoma, en el estado de Washington, una huelga de hambre en el Centro de Detención del Noroeste que comenzó con unos 750 participantes ha entrado en su sexto día. El centro de detención privado utilizado por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos es propiedad de la compañía Geo Group. Los huelguistas dicen estar protestando contra las deportaciones, que han alcanzado una cifra récord, y por las condiciones penitenciarias, según las cuales reciben tan sólo 1 dólar al día por el trabajo que realizan para la prisión. Nos acompaña desde Seattle Maru Mora Villalpando, inmigrante indocumentada y activista del grupo Latino Advocacy.
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