El candidato del Presidente Obama para encabezar la Agencia de Seguridad Nacional, el vicealmirante Michael Rogers, compareció ante el Senado previo a su próximo voto de confirmación. Rogers reemplazaría al general Keith Alexander, quien está por retirarse. En sus declaraciones, Rogers se comprometió a poner en práctica las reformas propuestas para la NSA que se dieron a conocer después de las consecuencias de las revelaciones de Edward Snowden.
El vicealmirante Rogers expresó: “Tenemos que hacer todo esto de forma que se protejan las libertades civiles y la privacidad de nuestros ciudadanos. Voy a velar por el cumplimiento estricto de la norma, el derecho y los mecanismos de supervisión. Seré un socio activo en la implementación de los cambios dirigidos por el Presidente respecto a los aspectos de la misión de la NSA y mi intención es ser lo más transparente posible al hacerlo, y en la ejecución general de mis obligaciones en caso de confirmarse”.
Al ser interrogado por el senador demócrata Joe Manchin, Rogers rechazó calificar a Snowden de “traidor”, pero dijo que no lo considera un héroe.
El senador Joe Manchin preguntó: “¿Y usted ha dicho antes que algunas de las cosas que ha hecho, y que continúa haciendo, son irreparables?”.
El vicealmirante Rogers respondió: “No estoy seguro de haber dicho ‘irreparables’, pero creo que tienen riesgos, daños y consecuencias significativos para nosotros”.
Manchin continuó: “Por lo tanto, ¿usted lo consideraría un traidor?”.
Rogers agregó: “No sé si utilizaría la palabra 'traidor', pero lo cierto es que no lo considero un héroe”.
De ser confirmado, Rogers estaría además al frente de la nueva unidad del Pentágono a cargo de operaciones cibernéticas de ofensiva, a pesar de las recomendaciones efectuadas por una comisión asesora presidencial respecto a separar ambos cargos. En su testimonio, Rogers dijo que está previsto que cada comando importante de combate del ejército de Estados Unidos tenga sus propias operaciones de ataque cibernético.