Nuevos datos del gobierno de Afganistán demuestran que las fuerzas afganas han sufrido la peor parte de la invasión liderada por Estados Unidos, con cerca de 14.000 soldados y policías afganos muertos en la guerra, una cifra muy superior a la conocida previamente. La mayoría de las muertes ocurrieron en los últimos tres años, cuando Estados Unidos transfirió más autoridad a los afganos. Más de 16.000 soldados afganos resultaron heridos. La cifra de muertes afganas es cuatro veces superior a la de la coalición liderada por Estados Unidos, que tuvo poco más de 3.400 soldados muertos, unos 2.300 de ellos estadounidenses. El informe sigue a la declaración al Washington Post del Presidente afgano, Hamid Karzai, de que los afganos murieron en una guerra “que no es nuestra”.
Karzai declaró: “En los discursos del Presidente Obama, en repetidas ocasiones dice que está aquí en aras de los intereses estadounidenses, para la seguridad de Estados Unidos, y que están aquí colaborando con Afganistán con el fin de ayudar a Estados Unidos. Por lo tanto, no es para nosotros”.
Hasta el momento, el Presidente Karzai se ha negado a firmar un acuerdo para mantener las tropas estadounidenses en Afganistán más allá de 2014, llevando a Obama a amenazar con una retirada total.