Se celebró un funeral en la base del ejército de Fort Hood el miércoles en honor a las víctimas del tiroteo de la semana pasada. Tres personas murieron y dieciséis resultaron heridas cuando un veterano de la guerra de Irak abrió fuego antes de quitarse la vida. El veterano, Iván López, había solicitado ayuda por problemas de salud mental (entre ellos, trastorno por stress post traumático). En un discurso pronunciado durante el funeral, el Presidente Barack Obama rindió homenaje a las víctimas y prometió abordar el asunto del tratamiento de salud mental para los miembros del ejército de Estados Unidos.
Obama expresó: “Como padre, no puedo siquiera imaginar su angustia. Pero sé que dieron su amor y sus esperanzas a sus hijos. Sé que los hombres y soldados en que se convirtieron, que su sentido de servicio y de patriotismo, que mucho de ello provino de ustedes. Como comandante en jefe, tengo la determinación de continuar incrementando nuestros esfuerzos para llegar a los soldados y veteranos que sufren, para brindarles la atención que necesitan, y para garantizar que nunca estigmaticemos a aquellos que tienen la valentía de buscar ayuda”.
Fue la segunda aparición de Obama en un funeral llevado a cabo en Fort Hood desde que asumió la presidencia. Anteriormente se trató de la muerte de trece personas a manos de un soldado estadounidense en el año 2009.