Ucrania anunció el lanzamiento de una operación para retomar los edificios gubernamentales que estaban en manos de los separatistas pro-rusos al este del país. Pese al anuncio, al parecer aún no ha habido movimiento de tropas. El lunes los separatistas se apoderaron de más edificios estatales luego de ignorar el plazo del gobierno ucraniano para deponer las armas. El gobierno ruso advierte que la crisis podría desatar una guerra civil. Por otro lado, Estados Unidos amenaza con nuevas sanciones para Rusia. En una conversación telefónica del pasado lunes el presidente Obama pidió al presidente ruso Vladimir Putin que aplacara a los separatistas, pero Putin se negó a interferir en Ucrania. En la Casa Blanca, el secretario de prensa Jay Carney dijo que Estados Unidos está preparado para tomar otras medidas contra Rusia; también confirmó una visita a Ucrania del director de la CIA, John Brennan, aunque no le dio relevancia.
Carney dijo: “Les puedo asegurar que las futuras transgresiones y provocaciones de Rusia vendrán con un costo… la visita de funcionarios de inteligencia de alto nivel son un medio estándar de fomento de la cooperación de beneficio mutuo de seguridad, incluida la colaboración de seguridad entre Rusia y Estados Unidos que se remonta a los inicios de la era posterior a la Guerra Fría. Funcionarios de inteligencia estadounidenses y rusos se han reunido en los últimos años. Dar a entender que las reuniones de funcionarios estadounidenses con sus homólogos no corresponden a este mismo espíritu es absurdo”.
Además, el lunes el gobierno ucraniano solicitó a Naciones Unidas la autorización de una fuerza para el mantenimiento de la paz en el este. Probablemente Rusia vete la solicitud si dependiera del voto del Consejo de Seguridad.
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