El juicio militar de cinco presuntos conspiradores de los ataques del 11 de septiembre de 2001 podría permanecer en suspenso, en el marco de acusaciones respecto a que el FBI habría espiado al equipo de la defensa. Agentes del FBI interrogaron este mes a un contratista que se desempeña como guardia de seguridad de uno de los abogados de los sospechosos. El contratista fue obligado a firmar un formulario de confidencialidad, una medida que en los hechos lo convierte en informante, según afirman los abogados. El juez militar que preside las audiencias preliminares abrió las vías para una investigación. Los fiscales esperaban que la selección del jurado se iniciara a principios del próximo año, pero la defensa afirma que ahora los juicios podrían retrasarse hasta 2017. El abogado James Connell sostuvo que aparentemente una sola persona habría sido sometida a interrogatorio por parte del FBI hasta el momento.
Connell expresó: “Nuestra investigación preliminar nos lleva a albergar la esperanza de que sea todo, de que probablemente lo hayamos cortado de raíz justo cuando acababa de comenzar. ¿Será la verdad? No lo sé. Pero hasta el momento, no tenemos información que indique que la investigación se extendió más allá del guardia de seguridad de la defensa del Sr. [Ramzi] Bin al Shibh”.
La acusación de espionaje es la continuación de reclamaciones planteadas previamente por los abogados respecto a que funcionarios carcelarios de Guantánamo habrían vigilado sus comunicaciones.