Estados Unidos firmó un acuerdo para reactivar su presencia militar en Filipinas, transcurridos más de veinte años desde que se vio obligado a abandonar sus bases en el país. Bajo el acuerdo de diez años, habrá tropas, buques de guerra y aviones de combate estadounidenses en territorio filipino para entrenamiento y ejercicios. Filipinas fue colonia estadounidense de 1898 hasta 1946 y Estados Unidos mantuvo bases allí hasta que la protesta popular forzó su destitución en 1992. En la ceremonia de firma el día de hoy, el embajador de Estados Unidos, Philip Goldberg, dijo que Estados Unidos “no tiene intención” de volver a establecer bases permanentes.
Goldberg afirmó: “Un compromiso con la gobernabilidad democrática y el derecho internacional, la reciprocidad de beneficios para ambos países a medida que desarrollamos nuestras capacidades individuales y colectivas de defensa, el respeto a la soberanía de Filipinas sobre todos los lugares cubiertos por el acuerdo y el entendimiento de que Estados Unidos no tiene intención de establecer una presencia militar permanente en Filipinas”.
El acuerdo se ha presentado hoy en medio de una visita a Filipinas del Presidente Barack Obama. En una manifestación en Times Square, Nueva York, un activista filipino del grupo BAYAN criticó el acuerdo.
Gary Labao expresó: “Estamos definitivamente en contra de más tropas estadounidenses en Filipinas y en la región del Pacífico asiático, porque creemos que la presencia de militares estadounidenses en la región del Pacífico asiático no es beneficiosa para el desarrollo sociopolítico y económico de los países asiáticos”.
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