En Texas, quienes practican interrupciones de embarazos entablaron una demanda federal para obstruir una norma contraria al aborto que, según sostienen, podría provocar el cierre de todas las clínicas en que se practican abortos que quedan en el estado, a excepción de seis. La disposición, que entrará en vigor en septiembre, exige a quienes practican abortos que cumplan con requisitos edilicios similares a los exigidos a los centros hospitalarios. La norma fue aprobada en el marco de un proyecto de ley de amplio alcance contra el aborto, que fue enfrentado por la senadora del estado de Texas Wendy Davis y por una medida obstruccionista presentada por la población el verano pasado. La reciente demanda procura además bloquear inmediatamente la exigencia establecida por la ley de que quienes practican abortos deban adquirir derechos de internación en un hospital cercano, ya que se aplica a dos clínicas ubicadas en McAllen y El Paso que se encuentran entre las últimas de esas comunidades. La clínica de McAllen se vio obligada a cerrar sus puertas recientemente, lo cual dejó a la parte más pobre del estado sin un prestador legal de servicios de aborto. En un comunicado, el Centro de Derechos Reproductivos expresó: “Hemos entablado esta demanda para impedir al segundo estado más grande del país que lance a millones de mujeres hacia la oscuridad y los grandes peligros del aborto ilegal”.
Prestadores de aborto de Texas presentan acciones judiciales para obstruir ley contraria a su práctica
Titular03 Abr. 2014