Miles de trabajadores de comidas rápidas llevaron a cabo un paro el jueves en al menos 150 ciudades de todo el país, lo que representa la mayor acción de este tipo desarrollada hasta la fecha. En más de otros 30 países, los trabajadores marcharon en solidaridad con el pedido de un salario mínimo de 15 dólares la hora y del derecho a organizarse. Sheila Brown se encontraba entre los trabajadores que se manifestaron aquí en Nueva York.
Sheila Brown afirmó: “Trabajo en KFC de Pitkin Avenue en Brooklyn y cobro 8 dólares la hora. Estoy aquí con otros compañeros trabajadores y amigos con los que trabajo, conocidos con los que trabajo y con quienes nos ponemos de pie unidos como uno solo para llegar a 15 dólares y al sindicato. No puedo satisfacer mis necesidades, pagar mis facturas, satisfacer las necesidades de mis hijos, pagar el alquiler, la ropa. Es como que uno trata de poder hacerlo, yendo y viniendo a trabajar, pero no estamos ganando iguales salarios. Los directores ejecutivos y las corporaciones, ellos ganan muchísimo dinero, deberíamos ser capaces de acceder a una porción justa de ello en el salario”.