Más de 5.000 soldados estadounidenses y filipinos han iniciado dos semanas de ejercicios militares conjuntos en Filipinas. La apertura de las prácticas anuales se llevó a cabo una semana después de que se hiciera público un acuerdo de diez años por el que se restablecerá la presencia militar de Estados Unidos en Filipinas. El lunes, activistas se manifestaron contra el acuerdo ante la sede del ejército filipino.
Renato Reyes expresó: “Las fuerzas estadounidenses pueden venir a Filipinas, pueden usar nuestras instalaciones, sin rentas, sin impuestos, pueden tener acceso a cualquier parte del país y convertir todo el lugar en una base militar. Incluso a los contratistas de defensa privados se les otorgan beneficios fiscales. Es un acuerdo sumamente desigual que beneficia sólo a la superpotencia”.