El gobierno federal transfirió a cientos de niños inmigrantes indocumentados a un centro de detención temporal en Arizona tras una explosión de cruces desde América Central. Según se informó, más de mil niños se encuentran retenidos en Nogales, donde algunos de ellos duermen en contenedores de plástico. Unos 300 niños atrapados cerca de la frontera entre Texas y México fueron trasladados a Nogales durante el fin de semana. Cyndi Whitmore, del grupo por los derechos de los inmigrantes Phoenix Restoration Project, expresó sus preocupaciones respecto a las condiciones en que se encuentran los niños.
Whitmore afirmó: “Creo que el volumen que estamos presenciando en este momento no tiene precedentes. Están conformando albergues y áreas de procesamiento transitorios de último momento que, por supuesto, nos generan preocupación en cuanto a si las instalaciones son adecuadas o no. Ya hemos visto que las instalaciones en las que detienen a las familias son muy inadecuadas, al punto de ser inhumanas”.
Tras su detención en el sitio de Nogales, los niños serán enviados a una base del ejército estadounidense en Oklahoma, California o Texas. El Departamento de Seguridad Nacional afirma que se está observando una ola de inmigrantes que huyen de la pobreza y la violencia en América Central. Se espera que unos 90.000 menores sin compañía adulta crucen la frontera hacia Estados Unidos este año. El mes pasado, funcionarios estadounidenses interceptaron a cientos de inmigrantes indocumentados en una estación de autobuses de Phoenix. Se les indicó ubicar a sus familiares en todo el país y luego reportarse al centro federal de inmigración más cercano. Sus defensores acusan al gobierno de dejar a los inmigrantes desamparados sin alimentos ni dinero en medio de un calor abrasador.
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