Congresistas republicanos prometen recortar la solicitud efectuada por el Presidente Barack Obama de 3.700 millones de dólares para hacer frente a la crisis migratoria que se vive en la frontera sur. Los fondos serían utilizados para acelerar las deportaciones, así como para mejorar la asistencia a los miles de niños que se encuentran recluidos en centros de detención, celdas de reclusión y albergues provisorios. Los republicanos afirman que tienen la intención de efectuar recortes una vez que el Comité de Apropiaciones de la Cámara Baja trate la medida el martes. Durante el fin de semana, el senador John McCain de Arizona instó a la deportación masiva de los niños inmigrantes capturados en la frontera.
McCain afirmó: “Tenemos que movernos rápido para repatriar a estos niños. La única forma en que esto va a parar es que un avión lleno de niños los lleve de regreso a los países de América Central de donde vinieron y que sus padres vean que tiraron a la basura los 3, 4, 5, 6 o 7.000 dólares que le pagaron a los traficantes de personas. Esa es la única forma en que esto se detendrá”.
En un extraño punto de acuerdo con la Casa Blanca, varios republicanos han apoyado la solicitud del Presidente Obama para lograr una exención que permitiría al gobierno deportar a los niños de Guatemala, Honduras y El Salvador con la celeridad con la que se deporta a los de México. Una ley del año 2008 contra la trata establece que a los niños de países que no limitan directamente con Estados Unidos debe permitírseles permanecer en el país mientras se procesan sus casos. Muchos demócratas se han opuesto a la exención. El viernes, el congresista demócrata Luis Gutiérrez expresó que la actual crisis no debería desviar la atención de la necesidad de efectuar una reforma migratoria cabal y de poner fin al récord de deportaciones.
Gutiérrez manifestó: “Quiero que el Presidente sea audaz y generoso en la misma medida en que los republicanos han mostrado un espíritu ruin y mezquino respecto a la inmigración. No podemos dejar que la actual agitación en la frontera, a la que podríamos estar controlando de mejor manera si el Congreso se hubiera ocupado de la reforma inmigratoria, no podemos dejar que esta crisis nos distraiga de las cifras récord de deportaciones y amenazas de deportación que están cobrando magnitudes devastadoras en las comunidades estadounidenses de todo nuestro país”.
El Departamento de Seguridad Nacional afirma que espera comenzar con las deportaciones de los centro de detención provisorios en el transcurso de esta semana.
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