Ucrania ha puesto en marcha una ofensiva a Donetsk, ciudad bajo el control de los rebeldes, a unos 50 kilómetros del lugar donde cayó el vuelo 17 de Malaysia Airlines. Las 298 personas a bordo murieron cuando el avión fue derribado el pasado jueves. En el día de hoy los investigadores holandeses comenzaron la inspección de los cadáveres, que estaban siendo almacenados en una estación de tren en vagones refrigerados. Se espera que el Consejo de Seguridad de la ONU vote hoy una resolución que exija el acceso internacional a la zona del accidente en Donetsk, controlada por los separatistas pro rusos. Alexander Borodai, líder de la recientemente proclamada República Popular de Donetsk, ha negado haber interferido en la investigación y se comprometió a entregar la caja negra del avión a los investigadores. El Secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, ha amenazado con nuevas sanciones contra Rusia, citando la creciente evidencia de que los rebeldes dispararon el misil que derribó el avión.
Kerry expresó: “Sabemos la trayectoria. Sabemos de dónde viene. Sabemos el momento. Y fue precisamente el momento en que este avión desapareció del radar. También sabemos por identificación de voz que los separatistas estaban alardeando de que podían derribarlo. Así que hay una acumulación de pruebas que Rusia debe ayudar a explicar”.
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