Ucrania ha presenciado un incremento de violencia durante los últimos meses, al tiempo que el gobierno de Kiev, apoyado por Estados Unidos, refuerza los ataques en zonas bajo control rebelde. Temprano en el día de hoy, la máxima funcionaria de Naciones Unidas para los derechos humanos, Navi Pillay, sostuvo que al menos 1.129 personas murieron y más de 3.400 resultaron heridas desde mediados del mes de abril. Más de 200.000 personas han sido desplazadas. Un portavoz de Pillay afirmó que el derribo del vuelo 17 de Malaysia Airlines podría constituir un crimen de guerra, y advirtió acerca de los crecientes abusos cometidos en zonas controladas por los rebeldes.
Gianni Magazzeni afirmó: “La Alta Comisionada ha indicado que este hecho podría constituir un crimen de guerra… Ha habido un grave deterioro de la situación en las zonas del este que aún controlan estos grupos armados. Lo que incluye secuestros, detenciones, tortura, ejecuciones, utilizadas para intimidar a la población, que con frecuencia se ve retenida como rehén o atrapada en este conjunto de territorios de la región de Donetsk y Luhansk”.