Afganistán se enfrenta a una crisis sobre la disputada elección presidencial. Los resultados preliminares del lunes mostraron que el ex funcionario del Banco Mundial Ashraf Ghani iba superando a su rival Abdullah Abdullah por cerca de un millón de votos. Los resultados no se concluirán hasta finales de este mes. Los partidarios de Abdullah han protestado, calificando los resultados de “golpe de Estado”, con acusaciones de fraude generalizado. En Washington DC, la portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Jen Psaki, pidió una revisión completa.
Psaki declaró: “Hay serias denuncias de fraude, a las que creo se hicieron referencia allí, y han sido planteadas y en nuestra opinión no se han investigado lo suficiente. Entonces, en este momento, nuestra atención se centra en el fomento de una completa y exhaustiva revisión de todas las denuncias razonables de irregularidades. Creemos que es esencial para garantizar al pueblo afgano su confianza en la integridad del proceso electoral”.
Hoy en Afganistán murieron al menos dieciséis personas, entre ellas cuatro soldados checos y diez civiles afganos, en un ataque suicida con bomba en la provincia oriental de Parwan.