La localidad de Ferguson, Missouri volvió a ser la escena de otra noche de fuertes disturbios en medio del escándalo provocado por el asesinato de Michael Brown, un joven de 18 años, por parte de la policía. Al menos 31 personas fueron arrestadas cuando se suscitaron enfrentamientos en la calle entre grupos de manifestantes y la policía antidisturbios. La policía afirma que fue víctima de “fuertes tiroteos” y que dos personas fueron heridas durante la noche por sospechosos no identificados. Ron Johnson, capitán de la Patrulla de Carreteras de Missouri culpó a lo que denominó un pequeño grupo de delincuentes”.
Ron Johnson afirmó: “Estos actos criminales fueron perpetrados por una minoría de delincuentes. Sin embargo, quien haya estado en las protestas comprenderá que hay una dinámica peligrosa durante la noche que permite que un pequeño grupo de agitadores violentos se oculte en la multitud y luego intente sembrar el caos. El catalizador pueden ser lanzar botellas, cócteles molotov y, por supuesto, lanzar disparos. Los manifestantes son pacíficos y respetuosos. Los manifestantes no se enfrentan con la policía”.
Al menos dos periodistas fueron detenidos durante la noche, entre ellos Ryan Devereaux del medio The Intercept. El gobernador de Missouri envió a la Guardia Nacional a las calles de Ferguson, pero hasta el momento solo han desempeñado un papel mínimo de protección del puesto del comando de la policía.