No muy lejos de Ferguson, en St. Louis, la policía mató a un hombre afroestadounidense de 23 años acusado de robar bebidas energéticas y dulces de una tienda. El jefe de policía de St. Louis Sam Dotson dijo que el hombre llevaba una navaja.
Sam Dotson dijo: “Ambos policías estaban fuera de la patrulla. Cuando salieron de la patrulla no habían sacado las armas. Cuando el sospechoso exhibió una navaja, los policías sacaron las armas. Le dieron la orden al sospechoso de que se detuviera y dejara el cuchillo. El sospechoso se acercó al pasajero, al policía que estaba en el asiento del pasajero y en ese momento estaba a un metro o un metro y medio del oficial y los oficiales le dispararon. Ambos oficiales dispararon sus armas, hiriendo al sospechoso que falleció”.
Alrededor de 200 personas se reunieron en la escena del crimen tras el asesinato. Algunos coreaban “manos arriba, no disparen”, la frase que se reitera en las protestas contra la muerte de Michael Brown.