Las Naciones Unidas encontraron pruebas de que militantes del Estado Islámico asesinaron a unos 670 prisioneros de una cárcel de Mosul, Irak. Luego de haber tomado el control de la ciudad en junio, el grupo apartó a todos los prisioneros chiítas y los fusiló. Ravina Shamdasani, vocera de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, dijo que los militantes, conocidos también como Estado Islámico de Irak y el Levante, perpetran abusos diariamente.
Shamdasani declaró: “El Estado Islámico de Irak y el Levante y otros grupos armados asociados están cometiendo abusos a los derechos humanos a diario, que incluyen ejecuciones planificadas, conversiones forzosas, secuestros, tráfico, esclavitud, abusos sexuales, destrucción de lugares con importancia religiosa y cultural y el asedio de comunidades enteras debido a su identidad étnica, religiosa o sectaria”.