La NSA crea un buscador para acceder a registros telefónicos y correos electrónicos

Reportaje27 de agosto de 2014

Un nuevo informe del sitio de noticias The Intercept revela que la Agencia Nacional de Seguridad (NSA)en secreto proporciona grandes cantidades de datos a una veintena de agencias de gobiernos, usando un buscador similar a Google. Documentos filtrados por Edward Snowden prueban que durante años la NSA proporcionó datos a agencias de seguridad nacional como la Administración estadounidense para el control de drogas (DEA) y el FBI. El buscador, conocido como ICReach, contiene información tanto de ciudadanos extranjeros como de millones de estadounidenses que no están acusados de nada. Dicho buscador está diseñado para compartir más de 850 mil millones de registros, es decir más del doble de la cantidad de estrellas de la Vía Láctea. Hablamos con Ryan Gallagher, periodista del sitio The Intercept que dio a conocer la noticia. Le preguntamos a Gallagher por su informe sobre cómo las fuerzas armadas estadounidenses les prohibieron a todos los empleados leer el sitio The Intercept y empezaron a bloquear el sitio en las computadoras de trabajo, en teoría porque éste había publicado material clasificado. “Este tipo de política en la era Manning, en la era Snowden, es simplemente arcaica en su totalidad y no encaja en el mundo moderno”, afirma Gallagher. “Puede haber un caso en el que un analista de inteligencia del gobierno con un permiso de seguridad de máximo secreto no puede leer informes de noticias públicos”.

Transcripción
Esta transcripción es un borrador que puede estar sujeto a cambios.

AMY GOODMAN: Un nuevo informe del sitio web de noticias The Intercept revela que la Agencia de Seguridad Nacional está proporcionando secretamente una colección de datos a casi dos docenas de agencias gubernamentales que utilizan un motor de búsqueda “parecido a Google”. Documentos obtenidos por Edward Snowden revelan que durante años, la NSA ha puesto información a la disposición de agencias del orden público, como la Administración para el Control de Drogas y el FBI. La herramienta de búsqueda, conocida como IC Reach, contiene información sobre extranjeros y millones de ciudadanos estadounidenses que no han sido acusados ​​de ningún delito. Está diseñado para compartir más de 850 mil millones de números telefónicos, correos electrónico y registros de la web— que equivalen a dos veces el número de estrellas en la Vía Láctea.

El informe se publica después de que The Intercept descubriera que el ejército estadounidense ha prohibido a todos sus empleados visitar este sitio web de noticias y ha empezado a bloquearlo en los computadores de trabajo, supuestamente porque ha publicado material clasificado. Empleados militares afirmaron que se les informó que leer “The Intercept era ilegal y una violación a la seguridad nacional”.

Para hablar sobre el tema, nos acompaña Ryan Gallagher, reportero de The Intercept, autor del nuevo artículo, “El Buscador de la Vigilancia: Cómo la NSA construyó su propio Google secreto “. Bienvenido nuevamente a Democracy Now!, Ryan. Háblenos de lo que encontró.

RYAN GALLAGHER: Hola, Amy. Gracias por invitarme al programa. Sí, nuestro nuevo artículo saca a luz el contenido de documentos secretos propios de la NSA sobre una especie de herramienta de búsqueda parecida a Google para escudriñar cientos de miles de millones de registros de comunicaciones, desde llamadas telefónicas, correos electrónicos, chats en Internet, datos de ubicación de teléfonos celulares, hasta prácticamente todo tipo de metadatos que usted se pueda imaginar y más. Y no sólo eso, esta información se ha puesto a disposición a casi dos docenas de agencias gubernamentales en Estados Unidos. La mayoría son agencias de la comunidad de inteligencia, pero entre ellas se incluyen, agencias de seguridad como el FBI y la Administración para el Control de Drogas. La cuestión es el gran nivel de su alcance, por que supera, creo yo, el grado con el que muchos se imaginan que este tipo de intercambio de datos ocurre entre las agencias gubernamentales estadounidenses.

AMY GOODMAN: Explique el papel del general Alexander en todo esto.

RYAN GALLAGHER: Bueno, el general Alexander era una especie de — lo hemos descrito como una especie de autor intelectual, porque él fue el arquitecto detrás de todo esto. Detalles fascinantes en estos documentos que en realidad datan desde principios de los años 90, pero después del 11 de septiembre, la NSA básicamente concluyó que había que reforzar el uso compartido de metadatos en todo el gobierno de Estados Unidos, porque había una sensación de que, después del 11 de septiembre, había habido fallas de inteligencia que no lograron evitar ese ataque, y estaban siendo criticados por la mala inteligencia que llevó a la invasión de Irak. Y así, la solución de Alexander para resolver esto fue construir este nuevo sistema gigantesco de búsqueda de metadatos, y darle acceso a los analistas de todo el gobierno para que pudieran escudriñar las comunicaciones de las personas, obviamente, en un intento por identificar ciertas amenazas y cosas por el estilo. Pero, obviamente, cuando se abre un sistema como este, facilitando todos estos registros a miles de analistas, se crea también una especie de preocupación por la posibilidad de que haya un abuso.

AMY GOODMAN: ¿Qué fue lo más sorprendente para usted, Ryan— Es decir, usted ha estado examinando estos documentos publicados por Edward Snowden por un tiempo— cuando hablamos de la creación de este buscador secreto estilo Google?

RYAN GALLAGHER: Sí, creo que para mí hay varias cosas que han sido sorprendentes, principalmente la gran escala y el alcance del mismo, y la manera descarada en la que se describe al buscador en estos documentos. Ya sabes, pareciera como si no hubiera intención de tratar de restringirlo o de imponerle ningún tipo de limitación. Todo se trata de cuánta información se quiera disponer. Quieren disponer de toda la información que sea posible. Y una vez más, esto alimenta lo que ellos han descrito como su mentalidad de recopilarlo todo, donde lo único que quieren es más, y más, y más datos. Ellos piensan que esa es la solución. Y por lo tanto, para mí, sí, creo que la escala fue chocante, y también lo el hecho de que las agencias del orden público sean capaces de intervenir en este sistema con mínima supervisión y pocas restricciones. Entonces, todo en realidad es bastante sorprendente.

AMY GOODMAN: Ryan Gallagher, ¿cuáles son las leyes en torno a todo esto?

RYAN GALLAGHER: Bueno, esa es una pregunta muy importante, sobre todo porque nos han confirmado desde la NSA que los datos que aparecieron y se almacenaron en esta base de datos masiva, son recolectados en virtud de la orden presidencial de la época de Reagan, llamada 12333. Y esta no está sujeta a una supervisión judicial del Tribunal de Vigilancia de Inteligencia Extranjera de Estados Unidos y con el mínimo escrutinio por parte del Congreso, De hecho, Dianne Feinstein, la jefa del Comité de Inteligencia del Senado, incluso ella, que, por lo general, es bastante defensora de la NSA— en el pasado dijo que esta orden ejecutiva no está sujeta a suficiente supervisión. Y esta es la autoridad que está siendo utilizada para poner todos estos registros en este sistema, para luego canalizarlos por toda la comunidad de inteligencia estadounidense. Entonces, hay enormes cuestionamientos legales sobre esto, sobre cómo restringirlo, cómo puede ser potencialmente utilizado en investigaciones penales a nivel nacional, de forma secreta, por agentes federales, y cosas por el estilo. Todas estas son preguntas que la gente se está haciendo ahora y que esperamos que el gobierno les preste la suficiente atención en las próximas semanas.

AMY GOODMAN: ¿Puede hablar de CRISSCROSS, el precursor de este sistema, y de cómo se utilizó y qué era?

RYAN GALLAGHER: Si. Bueno, este es otro elemento fascinante para mí. En los años 90, la CIA y la DEA, según los documentos, iniciaron este programa llamado CRISSCROSS. Y básicamente lo que estaban haciendo era recoger la mayor cantidad de información que podían de llamadas telefónicas en América Latina y, al parecer, casi de cualquier lugar, y utilizar esa información para ir tras aquellas personas que estaban involucradas en el tráfico de drogas. Pero, rápidamente, el alcance de esto se expandió, y para mediados y finales de los años 90, la NSA el FBI y la Agencia de Inteligencia para la Defensa estaban involucrados. Y fueron aumentando su escala, y crearon un nuevo sistema, que llamaron “PROTÓN”, para introducir todo tipo de nuevos registros, para que no se trataba simplemente la información básica de las llamadas telefónicas. Eran datos sobre la ubicación y registros provinientes de los informes de la CIA, información sobre las solicitudes de visados ​​de cuando la gente viaja al exterior, información de ese tipo, miles de millones de registros. Y este fue el precursor del programa ICReach, que de nuevo aumento la escala de forma masiva. Ellos hablan de un aumento de hasta 12 veces más. Era algo así como que a finales de— aunque creo que PROTÓN todavía existe hoy en día— contenía aproximadamente 50 mil millones de registros de metadatos. ICReach fue desarrollado para contener 850 mil millones de resgistros, o más. Así que es un aumento superior a 12 veces su capacidad.

AMY GOODMAN: Hay una gráfica en su nuevo artículo en The Intercept que compara la cantidad de registros disponibles a través de ICReach, que dice: “Gente en la Tierra: 7 mil millones; Búsquedas en Google por mes: 100 mil millones; Número estimado de estrellas en la Vía Láctea: 400 mil millones. … Y número estimado de registros disponibles a través ICReach: Más de 850 mil millones”.

RYAN GALLAGHER: Sí, creo que es un tipo de gráfico facil de entender, pero creo que la intención con esto fue— tenemo muy buenos infógrafos que trabajaron en este artículo e hicieron la parte gráfica— la intención, creo, y el mensaje que se deriva es que el gráfico pone estos números un poco locos en su contexto y en perspectiva, porque a menudo se oye: 10 mil millones de registros de metadata. Y la gente piensa: “Bueno, ¿y qué significa esto?”. Por lo tanto, creo que es bastante útil poner esta cifra de 850 mil millones junto con estas otras cifras que usted ha mencionado, porque lo pone en contexto, y empiezas a darte cuenta que la cantidad de información que está allí es enorme.

AMY GOODMAN: Explique qué es la construcción paralela.

RYAN GALLAGHER: Bueno, la construcción paralela era— algunos excelentes periodistas de Reuters revelaron el año pasado que algunos agentes federales de la Administración para el Control de Drogas estaban usando datos que habían sido obtenidos a través de la vigilancia encubierta para iniciar investigaciones contra personas dentro de Estados Unidos, ciudadanos estadounidenses. Pero no están revelando— si había un proceso judicial, digamos, no— básicamente estaban encubriendo esa evidencia e inventando evidencias falsas para el juicio, por lo que, la manera en que se obtuvieron los datos de vigilancia nunca podría ser cuestionado en la corte, lo que para la mayoría de la gente común parece una clara subversión de los principios básicos del sistema judicial, algo en lo que estoy de acuerdo, y en lo que los demás que lo han visto también parecen estar de acuerdo. Creo que el Departamento de Justicia está revisando todo el asunto. Pero uno de los grandes problemas con la historia que acabamos de presentar es que parece ser una parte muy importante de un rompecabezas que muestra el origen de algunos de los datos utilizados por agentes federales en esta técnica de construcción paralela. Y, de hecho, el periodista de Reuters— uno de los periodistas de Reuters que reveló por primera vez la construcción paralela se puso en contacto conmigo para decirme que la historia que publicamos es muy significativa por esa razón, porque es una pieza importante del rompecabezas que muestra cómo los datos de la NSA están acabando en manos de agentes de la DEA en Estados Unidos.

AMY GOODMAN: Ryan, recientemente reportaste que el Ejército de EE.UU. ha prohibido el sitio web de The Intercept. Tú citas una parte de un correo electrónico enviado la semana pasada a los funcionarios en una base del Cuerpo de Marines que sugiere a los empleados no leer The Intercept. Dice en parte, y cito: “Hemos recibido información de nuestros cuarteles generales con respecto a la posible existencia de un nuevo informante de información clasificada. Aunque no haya una confirmación formal, pensamos que es prudente advertir a todos los empleados y mandos subordinados: “Favor de no ir a cualquier sitio web titulado 'The Intercept' porque puede contener material clasificado. …Ver material potencialmente clasificado (incluso material ya publicado inadecuadamente) provenientes de equipos no clasificados le causará problemas de seguridad a largo plazo. Esto se considera una violación de la seguridad”. ¿Su respuesta, Ryan Gallagher?

RYAN GALLAGHER: Sí, quiero decir, esta es una continuación de lo que ya le pasó a WikiLeaks en 2010 y lo que pasó con The Guardian el año pasado, los militares tienen esta política completamente absurda de bloquear cualquier sitio web de noticias que publica artículos basados ​​en información clasificada. Emiten este tipo de advertencias draconianas al personal, que si se atreven a leer estas noticias, van a tener consecuencias nefastas de seguridad y todo lo demás. Sabemos que es un hecho que hay personas dentro de los militares que están preocupados por esto. Se basa en una política real de el Departamento de Defensa que dice que usted no puede ver información clasificada de un computador no clasificado hasta que la información sea desclasificada formalmente. Ese tipo de políticas, en la era de Manning y de Snowden, son totalmente arcaicas, y no encajan en el mundo moderno. Ellos tienen que revisarlo, porque se puede dar una situación en la que un analista de inteligencia del gobierno, con una autorización de máxima seguridad, esté en una posición en la que no pueda leer las noticias. Ahora bien, si ese es el caso, ¿Cómo puede ese analista de inteligencia, cuyo trabajo es hacer entender el mundo desde el interior del gobierno— cómo pueden hacer eso correctamente si ni siquiera pueden leer sitios web de noticias? Por lo tanto, esto es una política contraproducente que, creo, es completamente absurda.

AMY GOODMAN: Ryan Gallagher, reportero de The Intercept, el sitio web de noticias que recientemente fue prohibido entre los militares, su más reciente artículo se titula: “El buscador de la vigilancia: ¿Cómo la NSA construyó su propio Google Secreto?” Vamos a enlazar en artículo en democracynow.org.

Traducido y editado por Clara Ibarra, Elia Gran, Linda Artola, Glenda Rosado, Igor Moreno y Democracy Now! en Español

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