Burger King adquirirá la cadena canadiense de café y donas Tim Hortons por 11.400 millones de dólares, creando así la tercera cadena de comidas rápidas más grande del mundo. La compañía recientemente creada tendrá su sede central en Canadá, donde la carga fiscal empresarial es menor que en Estados Unidos. Si bien Burger King niega que el motivo hayan sido los impuestos más bajos, el acuerdo ha hecho resurgir el debate sobre las llamadas inversiones fiscales mediante las que compañías estadounidenses utilizan fusiones para mudarse al extranjero y evitar los impuestos estadounidenses.
Acuerdo de Burger King hace renacer críticas a “inversiones fiscales” empresariales
Titular27 Ago. 2014