Un informe reciente revela que 1.400 niños fueron explotados sexualmente durante un período de dieciséis años en una misma localidad británica. La autora del informe, la profesora Alexis Jay, concluye que autoridades de Rotherham tenían conocimiento de los abusos desde hacía años pero no actuaron.
Alexis Jay expresó: “Resulta difícil describir la espeluznante naturaleza de los abusos que sufrieron los menores víctimas. Fueron violados por múltiples perpetradores, fueron traficados a otras localidades y ciudades del norte de Inglaterra. Fueron secuestrados, golpeados e intimidados. Había algunos casos de niños rociados con gasolina y amenazados con ser prendidos fuego. Se les amenazó con armas, se les obligó a ser testigos de violentas violaciones y se les dijo que si le decían a alguien serían las próximas víctimas”.