En todo el mundo, continúan las manifestaciones contra los ataques y el bloqueo en Gaza. El martes, activistas británicos ocuparon una fábrica de armas israelí en Birmingham, donde encadenaron las puertas y desplegaron una pancarta en el techo con la leyenda: “Reino Unido: deja de armar a Israel”. La acción tuvo lugar horas después de que la Secretaria de Estado británica Sayeeda Warsi renunciara a su cargo, tras calificar la política de Gran Bretaña con respecto a la crisis en Gaza de “moralmente indefendible”. Warsi habló sobre su decisión.
Sayeeda Warsi declaró: “En las últimas cuatro semanas hice todo lo que pude, tanto en reuniones formales como informales, para convencer a mis colegas de que nuestra política actual en Gaza es moralmente indefendible, que no defiende nuestros intereses ni los intereses británicos y que tendrá repercusiones para nosotros tanto a nivel internacional como a nivel nacional, y que me parecía que la postura del gobierno no estaba avanzando. Por consiguiente, por una cuestión de principios yo debía renunciar”.