En Michigan, un jurado alcanzó un veredicto en el asesinato de Renisha McBride, una joven afroestadounidense desarmada de diecinueve años de edad. Theodore Wafer fue condenado por homicidio sin premeditación e involuntario por haber disparado a McBride en la entrada de su casa, ubicada en la zona de Detroit, el pasado mes de noviembre. Aparentemente, McBride buscaba ayuda tras un accidente automovilístico cuando Wafer le disparó en la cara a través de una puerta de tela de mosquitero. Wafer alega haber temido por su vida. El asesinato suscitó masivas protestas, dado que los fiscales tardaron aproximadamente dos semanas en presentar cargos contra Wafer. Actualmente, podría enfrentar hasta cadena perpetua. En respuesta al veredicto, la madre de Renisha McBride, Monica McBride, dijo que se había hecho justicia.
Monica McBride afirmó: “Sólo quería justicia. Como sabrán, mirando a este hombre se sabe que es necesario hacer justicia. Cometió un asesinato a sangre fría. Fue un asesinato. No fue un accidente. No fue defensa propia. Lo que cometió fue un asesinato”.