Manifestantes marcharon el sábado en Ferguson, Missouri, tres semanas después de que un policía matara a Michael Brown, un adolescente afroestadounidense que estaba desarmado. El oficial que mató a Brown, Darren Wilson, continúa en licencia remunerada mientras afronta la investigación de un gran jurado.
Un manifestante expresó: “La gente está más allá de la ira, sentimos frustración. Sentimos que tres semanas después no se habla de un procesamiento. No hay un arresto. Ni siquiera sabemos por qué no se han presentado cargos contra ese agente”.
Entre quienes asistieron a la marcha del sábado se encontraba el reverendo Warnock, pastor principal de la Iglesia Bautista Ebenezer de Atlanta.
El reverendo Rahael Warnock afirmó: “Estamos aquí hoy porque si bien este incidente ocurrió en Ferguson, es representativo de un problema que existe a nivel nacional. El problema que existe a nivel nacional es la brutalidad de la policía y el exceso de control policial sobre las comunidades de color. Mike Brown es una trágica víctima de una batalla que se está librando actualmente, en mi opinión, por el alma de Estados Unidos”.
El lunes, un pequeño grupo de personas llevó a cabo una acción simbólica al obstruir la autopista estatal durante varios minutos, lo cual provocó la detención del tránsito. La obstrucción de una autopista más importante fue cancelada a pedido del padre de Michael Brown. Los organizadores afirman que planean obstruir nuevamente una autopista en un intento por lograr la designación de un fiscal especial.
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