Artista filipino contra el cambio climático en COP 21: si a los líderes del mundo realmente les importara, el acuerdo no llevaría 20 años

Reportaje01 de diciembre de 2015

En 2013, el hermano de Yeb Saño, A.G. Saño, se encontraba en la ciudad de Tacloban, que fue arrasada por el tifón Haiyan. A.G. Saño, artista callejero, no tiene credenciales para acceder a la fuertemente custodiada Cumbre sobre el Cambio Climático de la ONU, pero Democracy Now! lo entrevistó fuera del recinto de la cumbre. “Hemos pintado murales que describen la caminata de los peregrinos alrededor del mundo en dirección a París”, dice Saño, refiriéndose al viaje de 1.500 kilómetros hasta la cumbre sobre el cambio climático. “Y cada uno de esos murales tiene una figura mítica, como una hada madrina protegiendo a la naturaleza, o la misma Madre Naturaleza protegiendo al mundo, y los peregrinos caminando sobre la tierra en dirección a la Torre Eiffel. Este es un mensaje que dice que estamos dispuestos a recorrer el mundo, somos filipinos, víctimas de los desastrosos efectos del cambio climático, pero estamos dispuestos a recorrer el mundo, incluso caminando a través de la nieve, incluso sin haber visto nunca antes la nieve, solo para llevar este mensaje”.

Transcripción
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AMY GOODMAN: Quiero pasar a hablar de tu hermano. El hermano de Yeb Saño, A.G. Saño, estaba en la ciudad de Tacloban cuando fue arrasada por el tifón Haiyan. Ya que A.G. no tiene credenciales para entrar en esta Cumbre sobre el Cambio Climático de la ONU altamente custodiada, esta mañana hablamos con él fuera del recinto de la cumbre. Él es un artista callejero que ha sido un arquitecto paisajista. Y junto a su hermano, Yeb Saño, el ex principal negociador de Filipinas en temas relacionados al cambio climático, ha estado en esta pacífica Peregrinación del Pueblo. Como parte de la Peregrinación del Pueblo por toda Europa, A.G. ha estado creando murales. Comencé pidiéndole que describiera esos días del año 2013 en Tacloban y la devastación del tifón Haiyan.

A.G. SAÑO: Si tengo que dar detalles sobre mi experiencia me tomaría ocho horas, porque ese es el tiempo de duración del horror que experimentamos en Tacloban, y si tuviera que resumirlo en dos palabras, diría que fue impotencia y desesperanza, y devastación sería la forma perfecta para describir lo que vi. Cuando salí del edificio en el que me refugié, que está a una cuadra de Labay en el centro de Tacloban.

AMY GOODMAN: Describa lo que vio.

A.G. SAÑO: Me gustaría describir primero lo que sucedió durante el tifón. Pensé que el ojo de la tormenta ya estaba pasando por Tacloban. Fue en el momento en que el edificio, que es un edificio antiguo, estaba temblando muy fuerte. Fue como un terremoto de dos horas. Y la gente en el edificio estaba llorando y gritando y esperando a que el edificio se derrumbara. Y en ese momento, yo estaba orando no para que el Señor me salvara, sino para que permitiera que mi familia encontrara mi cuerpo porque yo ya estaba resignado a la idea de que el edificio se iba a venir abajo y yo iba a morir allí mismo. Y en mi mente, yo estaba pensando que en ese mismo momento cientos de personas, o tal vez miles, estaban muriendo a causa del fuerte viento y de la tormenta.

Así que cuando salí del hotel después de la tormenta, vi cadáveres allí mismo frente al edificio. Y traté de ir a la capital en busca de ayuda, pero no se podía llegar a la capital debido a los árboles caídos, los postes caídos, los autos amontonados uno encima del otro. Camiones encima de otros autos. Y literalmente, había cadáveres esparcidos por todos lados. Así que en lugar de eso decidí ir a la alcaldía, pero era lo mismo. Y después de unas tres cuadras, vi a unos bomberos recogiendo cadáveres y ese día terminé ayudando. Y al día siguiente, decidí ofrecerme como voluntario para la recuperación de cadáveres. Así que hice eso durante los siguientes cuatro días.

AMY GOODMAN: ¿Dónde?

A.G. SAÑO: En la ciudad. En la ciudad de Tacloban.

AMY GOODMAN: ¿Y qué hizo? ¿Estuvo recogiendo cuerpos?

A.G. SAÑO: Sí, estuvimos recogiendo cadáveres, poniéndolos en el camión. Y los llevamos a los terrenos frente a la alcaldía. Era el espacio temporal más cercano para los cadáveres. Porque teníamos que sacarlos de las calles ya que se estaban acumulando muy rápido.

AMY GOODMAN: ¿Puede hablar de los murales que ha estado pintando a lo largo del camino desde Roma a París?

A.G. SAÑO: Tuvimos la oportunidad de pintar unos seis murales desde que empezamos a caminar en Roma hasta que llegamos a París. Pintamos murales que representan a peregrinos caminando alrededor del mundo y dirigiéndose hacia París. Y casi cada uno de esos murales tienen una figura mítica, como un hada madrina protegiendo a la naturaleza o la misma Madre Naturaleza protegiendo al mundo, y hay peregrinos caminando sobre la tierra hacia la Torre Eiffel. Es un mensaje que dice que estamos dispuestos a viajar por el mundo, somos filipinos, somos víctimas de los desastrosos efectos del cambio climático, pero estamos dispuestos a recorrer el mundo, incluso caminando a través de la nieve, incluso sin haber visto nunca antes la nieve, solo para llevar este mensaje.

AMY GOODMAN: ¿Este viaje le ha cambiado?

A.G. SAÑO: Me ha cambiado. Me ha cambiado. Pero algo de lo que me di cuenta es que este viaje me iba a llevar de vuelta a Tacloban, me iba a traer recuerdos del tifón Haiyan. En realidad no estaba preparado para eso, pero seguían apareciendo. Las imágenes de los muertos aparecen constantemente en mi mente como si me estuvieran hablando y pidiéndome algo.

AMY GOODMAN: ¿Usted se considera un refugiado climático?

A.G. SAÑO: Probablemente debería. Pero prefiero considerarme un activista que está dispuesto a salir ahí fuera, dispuesto a salir de Filipinas sólo para hacer oír las voces de las víctimas que no tienen la oportunidad o la posibilidad de hacer oír sus voces fuera de Filipinas.

AMY GOODMAN: Si pudiera participar en la cumbre sobre el cambio climático, ¿qué diría?

A.G. SAÑO: Bueno, para ser brutalmente honesto, en realidad no me importa lo que está sucediendo en la COP. Porque si a los líderes mundiales les importara de verdad, no les llevaría 20 años llegar a un acuerdo. No les llevaría 20 años. Han estado hablando desde la década de 1990, ¿pero qué ha ocurrido realmente? Soy una persona que prefiere creer en los procesos que van de abajo hacia arriba, donde puedes lograr el cambio desde abajo. Como las personas que nos encontramos en el camino de Roma a París, ahí es donde comienza el cambio, en las bases. Y va a ir hacía arriba y seguir ascendiendo diferentes niveles si se presenta una oportunidad de éxito. Los líderes mundiales son menos de 200 personas en este mundo, pero hay otras miles de millones de personas que pueden tener la voluntad de escuchar y pueden estar dispuestos a cambiar.

AMY GOODMAN: ¿Hay algo más que quiera agregar?

A.G. SAÑO: Bueno, he venido hasta aquí para hacer oír la voz de mi amigo muerto. Sólo me gustaría decirle al mundo el nombre de mi amigo. Su nombre es Agit Sustento. El cambio climático es tan real como Agit Sustento. Yo estaba con él la noche anterior [al tifón], y lo último que le dije es que se cuidara y que cuidara a su familia porque el tifón que estábamos a punto de enfrentar era el tifón más fuerte registrado en la historia, y esa fue la última vez que hablé con él. Perdió a su esposa, a su niño, a su mamá y a su papá. Los cuerpos de su hijo y de su papá nunca fueron encontrados. Y yo le prometí que le diría al mundo su nombre. Su nombre es Agit Sustento y nunca volverá a ver salir el sol.

AMY GOODMAN: Escuchábamos a A.G. Saño, hermano del exnegociador principal sobre el cambio climático de Filipinas, Yeb Saño, quien nos acompaña aquí en la Cumbre sobre el Cambio Climático de la ONU. Por cierto, Yeb, se suponía que tu hermano A.G. iba a dormir en casa de su mejor amigo esa noche.

NADEREVYEB” SAÑO: Así es. Y probablemente fue algo providencial. Él no quiso ser una carga para la familia de su amigo esa noche y terminó durmiendo en otro lugar. Y toda la familia murió durante la tormenta.

AMY GOODMAN: Para ir terminando, mientras te sientas y revives eso, recién llegado de esa Peregrinación del Pueblo por la Justicia Climática, habiendo pasado de ser un líder contra el cambio climático, un diplomático, a un activista por la justicia climática, ¿cuales son sus pensamientos mientras está aquí ayunando y viendo a sus antiguos colegas pasando por su lado?

NADEREVYEB” SAÑO: Bueno, el cambio climático es algo que probablemente mucha gente no entiende, y tienen que entender, especialmente los líderes reunidos aquí, que es un tema muy serio. De hecho, es la cuestión definitoria de nuestra generación y las futuras generaciones valorarán nuestra respuesta. Nos valorarán según la forma en que respondamos a esta crisis.

AMY GOODMAN: ¿Se siente más poderoso estando dentro o fuera de la cumbre?

NADEREVYEB” SAÑO: En realidad no pienso en el poder que tengo, solo pienso en lo que puedo hacer como persona. En cómo puedo expresar un acto de bondad y amor hacia los demás para que podamos tener un mundo mejor.

AMY GOODMAN: Yeb Saño, muchas gracias por estar con nosotros. Eso es todo por el programa de hoy. Yeb Saño acaba de caminar más de 1.500 kilómetros desde Roma hasta París como parte de la Peregrinación del Pueblo contra el Cambio Climático. Eso es todo en Democracy Now!

Traducido por Linda Artola. Editado por Igor Moreno y Democracy Now! en Español.

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