“Jihadista John” de ISIS y la posible incidencia del servicio de seguridad británico en su radicalización

Reportaje05 de marzo de 2015

Analizamos el extraño caso del hombre apodado “Jihadista John”, miliciano del Estado Islámico que aparece en los videos de decapitación de James Foley y Steven Sotloff. La semana pasada, informes de prensa lo identificaron como un londinense llamado Mohammed Emwazi, originario de Kuwait. Emwazi se mudó a Gran Bretaña cuando era niño y estudió ciencias de la computación en la Universidad de Westminster. Su historia ha desatado un debate en Gran Bretaña sobre los excesos en las prácticas de vigilancia y monitoreo de amenazas potenciales. ¿Cómo pasó Emwazi de ser un estudiante universitario en Gran Bretaña a ser la cara visible del Estado islámico? ¿Qué incidencia pueden haber tenido los servicios de seguridad británicos en su radicalización? Nos acompaña Asim Qureshi, de la organización británica CAGE, que trabaja con ex detenidos. Él mantuvo contacto con Emwazi hasta su partida definitiva de Gran Bretaña en 2012.

Transcripción
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NERMEEN SHAIKH: Pasamos ahora al caso del miliciano islamista apodado “Jihadista John”. Se hizo conocido por aparecer en los vídeos de decapitaciones del Estado islámico. En un rato pasaremos un fragmento de eso. La semana pasada, informes de prensa lo identificaron al hombre apodado “Jihadista John” como un londinense llamado Mohammed Emwazi, originario de Kuwait. Emwazi se mudó a Gran Bretaña cuando era niño y estudió ciencias de la computación en la Universidad de Westminster. Su historia ha desencadenado un debate en Gran Bretaña sobre los excesos en las prácticas de vigilancia y monitoreo de amenazas potenciales. Algo importante que aún queda por responder cuándo y cómo fue que Emwazi se radicalizó. Según los informes del gobierno británico, Emwazi era miembro de una red que estaba en contacto con uno de los hombres condenados por intentar bombardear el metro de Londres en 2005. También se cree que era parte de un grupo dedicado a conseguir fondos y equipos “con fines vinculados al terrorismo” en Somalia.

AMY GOODMAN: Pero la organización CAGE, que trabaja por los derechos de los presos, presenta un lado diferente de la historia. Dicen que Emwazi se radicalizó tras años de acoso por parte de las agencias de seguridad británicas, que trataron de reclutarlo como espía. En 2009, Emwazi se acercó a CAGE después de haber sido detenido e interrogado por el servicio de inteligencia británico MI5, en lo que él denominó un safari de vacaciones en Tanzania. En 2010, cuando se le prohibió regresar a Kuwait, Emwazi escribió: “tenía un trabajo esperándome y un matrimonio que empezar. Ahora me siento como un prisionero, sólo que en vez de una jaula, estoy en Londres”. CAGE publicó un audio de Emwazi narrando un interrogatorio al que fue sometido por un agente británico en 2009. En la grabación, Emwazi cuenta que condenó los atentados del 11-S y los mortales ataques del 7 de julio en el metro de Londres.

MOHAMMED EMWAZI: Lo miré, estábamos cara a cara, y entonces él me miró y me dijo: “¿Mohamed?” Le contesté: “¿Sí?” Y él dijo: “¿Qué opinas de lo del 7 de julio?” Le dije: “Hombre, ha muerto gente inocente ahí. ¿Qué pienso? Pienso que eso es extremismo”. Él dijo: “Está bien, ¿qué piensas de la guerra de Afganistán?” Le dije: “¿Qué pienso? Bueno, nosotros vemos las noticias. Están matando gente inocente”. Entonces él me empezó a preguntar: “¿Qué piensas del 11-S?” Le dije: “Fue algo malo. Lo que pasó estuvo mal. O sea, ¿qué quieres que te diga? Si pudiera hacer que esas personas vuelvan a vivir, lo haría. O sea, no creo que haya, creo que lo que pasó estuvo mal”.

NERMEEN SHAIKH: Escuchábamos el relato de Mohammed Emwazi para la organización CAGE. Y este es él, el año pasado, en un video de una decapitación difundido por el Estado islámico.

MOHAMMED EMWAZI: He vuelto, Obama, he vuelto por tu arrogante política exterior hacia el Estado islámico, por tu insistencia en continuar bombardeando Amerli, Zumar y la presa de Mosul, a pesar de nuestras serias advertencias. Tú, Obama, con tus acciones, has vuelto a asesinar a otro ciudadano estadounidense. Así como tus misiles siguen golpeando a nuestro pueblo, nuestro cuchillo continuará golpeando el cuello de tu gente

AMY GOODMAN: Para profundizar en la historia de Mohammed Emwazi, nos comunicamos en Londres con Asim Qureshi, director de investigaciones de CAGE, que estuvo en contacto con Emwazi hasta que éste salió de Gran Bretaña en 2012.

Asim, bienvenido a Democracy Now! Cuando escuchaste ese vídeo, que fue mucho antes de que él fue identificado por las fuerzas de seguridad, ¿te preguntaste si podía ser Emwazi, a quien ya conocías?

ASIM QURESHI: No, no se me ocurrió que era él, hasta que el periodista del periódico The Washington Post me sugirió que podía tratarse de la misma persona y después me hizo ver el vídeo. Ahí vi que había algunas similitudes impactantes. Pero aun así, no podía estar seguro.

AMY GOODMAN: Bueno, dinos quién era Mohammed Emwazi, cuando tú lo conociste. Y cuéntanos lo que él te contó, sobre lo que le iba pasando a través de los años.

ASIM QURESHI: Claro, por supuesto. Mira, es importante recordar que cuando Etiopía invadió Somalia, a finales de 2006, principios de 2007, lo que pasó fue que los organismos de seguridad del Reino Unido, basándose en ciertas presunciones sobre las amenazas que eso podía representar para el Reino Unido, comenzaron a prestar atención, no solo a las personas procedentes de la región del Cuerno de África, sino también a quienes viajaban a esa región. Así que comenzamos a ver que detenían a un gran número de hombres que viajaban a Kenia o Tanzania, por ejemplo, u otros países cercanos. Incluso hombres somalíes que viajaban a su país, hombres jóvenes, también eran detenidos e interrogados ampliamente. Lo que pasaba en las calles de Londres era que el MI5 y otros organismos del aparato de seguridad iban, barrían estas comunidades, no sólo para hacerles saber que los consideraban extremistas o que creían que se relacionaban con personas problemáticas, sino también para intentar reclutarlos como espías, para volverse, para convertirse en espías dentro de sus propias comunidades. Así que este es el ambiente que se vivía a partir del 2007.

Entonces, cuando Mohammed Emwazi y sus dos amigos fueron a Tanzania, ese era también el contexto. Y estando allí, en Tanzania, fueron detenidos por las autoridades locales, que les dijeron: “los británicos nos dijeron que los detengamos” y los enviemos de regreso”. Ahí son deportados a Holanda, donde tenían escala, y desde allí, al Reino Unido Pero tanto en los Países Bajos, donde estuvieron detenidos, como en el Reino Unido, fueron interrogados por agentes de seguridad británicos, del MI5. Y bueno, esas conversaciones resultaban bastante raras para estos jóvenes. Por ejemplo, en el caso de Mohammed Emwazi era evidente que buscaban sugerir que su intención era ir a al-Shabab, en Somalia. Y lo que Mohamed respondía era: “Hay un país entero, Kenia, entre Tanzania y Somalia”. O sea pues, ¿cómo pueden insinuar algo así sobre mí?” Bueno, esto es obviamente según lo que él me contó.

Pero creo que lo que finalmente le hizo ver a Mohamed que en realidad estaban tratando de hacerle morder el anzuelo y buscando transformarlo a él como individuo, fue cuando le dijeron: “Mira, Mohamed, hemos hablado con tu novia en Kuwait. Hemos hablado con su familia. Bueno, nos reunimos con ellos y bueno, ahora ya saben que te estamos vigilando”, y ese tipo de cosas. Así que a causa de los interrogatorios del MI5, su compromiso terminó rompiéndose. Pero, bueno, esto le dio a Mohamed la pauta de que en realidad, ellos sabían claramente que no tenía ninguna intención de ir a al-Shabab, porque sabían que estaba tratando de construir su futuro, su vida en Kuwait.

Y luego, después de este período, cuando regresa a Reino Unido, ahí lo que pasa es que, bueno, primero me cuenta la historia de la deportación de Tanzania, y luego nos vuelve a contactar porque todos los esfuerzos que estaba haciendo para armar su vida en Kuwait eran frenados, bueno, a primera vista, por las autoridades de Kuwait, pero según la información que él recibe de Kuwait, eran por orden de las autoridades británicas. En ningún momento fue arrestado ni acusado de algún delito. Y bueno, hasta el momento, no se ha presentado ninguna evidencia concreta que diga que él pudo haber estado involucrado en algún delito.

NERMEEN SHAIKH: Asim, cuando fue la primera vez que Mohammed Emwazi se puso en contacto con ustedes? ¿Fue en 2009? Y estuvieron en contacto con él hasta 2012 ¿es así?

ASIM QURESHI: Sí, así es. O sea, vuelvo a decir, ese intercambio que mantuvimos, bueno, está publicado en internet, en el sitio web de CAGE. Ahí se puede ver que él intentó utilizar todos los mecanismos del Estado para cambiar la situación en la que estaba. Él estuvo, sí llegó a quedarse en Kuwait por un período de ocho meses aproximadamente. Pero su padre le pidió que regresara al Reino Unido por una semana, para ayudarlo con unos asuntos familiares, y cuando Mohamed intentó regresar a Kuwait, ahí fue cuando lo bloquearon. Así que lo pusimos en contacto con un equipo jurídico, con políticos, con su embajada. O sea, buscamos alentarlo a resolver las cosas por los canales diplomáticos Incluso lo contactamos con un periodista, con el fin de sensibilizar a la gente, bueno, acerca de las dificultades por las que estaba pasando. Y algo que es muy interesante destacar en toda la comunicación que tuvimos, es lo dispuesto que él estaba a intentar recurrir a los mecanismos institucionales disponibles para cambiar su situación. Y bueno, creo que eso es algo a lo que no se ha prestado mucha atención, aquí en el Reino Unido, al menos en los medios de comunicación. Pero éste es un joven que no se dio rindió así nomás. Se esforzó muchísimo para intentar cambiar su situación dentro de los límites de la ley.

AMY GOODMAN: Volvamos a las palabras de Mahoma Emwazi, o “Jihadista John”. En esta parte del audio que publicó CAGE, tu organización, él relata lo que dijo cuando le preguntaron su opinión sobre, qué pensaba de los judíos, así como del Islam. Y también cuenta cómo reaccionó el agente al final del interrogatorio.

MOHAMMED EMWAZI: Y entonces él me pregunta: “¿Qué opinas de los judíos? “al igual que [inaudible]. Yo le dije: “Mira, es una religión. Todo el mundo tiene derecho a creer en lo que quiere. Yo no puedo, no voy a obligar a nadie”. Entonces me empieza a, quiere saber de dónde vengo yo, acerca de mi Aqidah, mi credo, el Islam. Entonces le dije: “El Islam es así. No se obliga a nadie a convertirse a la religión. O sea, cada quien tiene derecho a su creencia”. Y no pienso, no creo, le dije que todo lo que ha estado sucediendo es extremo. Y un bombardeo del tipo que sea, viene de extremistas. Y entonces, entonces, después de todo esto, él se volvió, me miró y dijo: “Sigo creyendo que estabas yendo a Somalia a entrenarte”. Le dije: “Después de lo que te acabo de decir, o sea, te digo que lo que está sucediendo es extremismo, y todo eso, ¿y aun así consideras que soy un extremista?” Y él dijo: “Sí”, y comenzó a, bueno, siguió preguntando, forzando, tratando de poner palabras en mi boca, diciendo: “No, tú estás haciendo esto, esto y esto, te vamos a tener muy vigilado, Mohamed. Ya te venimos vigilando. Te tenemos en la mira”, como amenazándome. Y bueno, yo simplemente me fui.

AMY GOODMAN: Escuchábamos la grabación que hizo CAGE con Mohammed Emwazi en sus primeros contactos con él. ¿Nos puedes contar un poco más sobre esto? Y también, ¿qué pasó en 2012? Decías que ustedes mantenían contacto, bueno, que estabas en contacto con él por correo electrónico. Se escribían. ¿Él dejó de escribir de repente? ¿Y fue ahí que se integró a, en ISIS?

ASIM QURESHI: Bueno, cuando Mohamed y sus amigos se acercaron a mí por primera vez fue porque habían visto nuestro trabajo difundiendo y mejorando la situación de otras personas que habían sido perseguidas en su comunidad, por las razones que ya he expuesto. Bueno, entonces acudieron a nosotros. Y en ese momento, bueno, al hablar con ellos y conocerlos, vi que estos jóvenes parecían estar sinceramente muy indignados por la forma en que habían sido tratados. Realmente me dieron la impresión, al menos, de que se había cometido un delito contra ellos. O sea, no parecía algo impostado en absoluto, para nada. Y creo que esto fue muy importante; al menos para mí, sentir que se trataba de jóvenes que necesitaban ayuda, necesitaban apoyo, y que querían también contar y difundir su historia, porque ya habían visto lo que pasaba con otras personas de su comunidad. Así que eso fue, bueno, muy importante.

Y bueno, algo clave en esto fue esta cuestión de que realmente nunca sentí ningún tipo de, no sentí que ellos expresaran alguna opinión o creencia que yo dijera, o sea, bueno, eso es un poco controvertido o de alguna manera ilegal; o algo que expresara una cierta dispocisión mental, o sea, alguna actitud que indicara que, potencialmente, en algún momento, irían a integrarse al Estado islámico. No vi ningún indicador de ese tipo. Y yo tengo mucha relación con la comunidad musulmana. La gente me expresa sus opiniones y sus creencias con mucha sinceridad, incluso quienes simpatizan con ISIS o cuestionan mi abordaje, que es trabajar dentro de la ley y dentro del sistema. La gente no tiene ningún problema para expresarme sus puntos de vista y sus creencias. Así que, bueno, no creo que estos jóvenes estuvieran impostando su discurso, ni su actitud, de ninguna manera. Pero, bueno, continuando, ese intercambio por correo electrónico siguió durante bastante tiempo, hasta enero de 2012, que es la última vez que me reuní con él. Pero bueno, no se con seguridad por qué no acudió de nuevo a mí después de aquella vez, porque recién en agosto de 2013, es que él finalmente sale del Reino Unido. Pero incluso durante ese año y un medio, lo que me enteré más tarde, a través de su familia es que él siguió intentando mover los hilos para cambiar las cosas.

NERMEEN SHAIKH: Quiero preguntarte acerca de una conversación que tuviste a principios de esta semana con el alcalde de Londres, Boris Johnson, en un programa de la radio LBC en el que responde llamadas del público. El alcalde criticó tu postura sobre Mohamed Emwazi. Escuchemos un fragmento de lo que dijo.

ALCALDE BORIS JOHNSON: Verdaderamente, de verdad, creo que debería dirigir su indignación y su ira hacia la gente que va y se une a grupos que arrojan a los homosexuales desde acantilados, que decapitan a la gente que no suscribe a su versión del Islam, que ensalzan la ejecución de periodistas y cooperantes inocentes. Esa es la gente que debería ser el objeto de su ira y no los servicios de seguridad, que están tratando de mantenernos a salvo.

NERMEEN SHAIKH: Esas eran las palabras que te dirigía el alcalde de Londres, Boris Johnson, a principios de esta semana. Entonces, ¿qué le responderías? Y también, decías que cuando hablaste con Mohammed Emwazi, y mientras estuviste en contacto con él, no viste ninguna señal, ningún indicador de una potencial radicalización. Entonces, en tu opinión, ¿qué pasó en ese periodo? Porque parece ser un cambio drástico entre 2009 y 2014, hacia donde vemos que finalmente fue.

ASIM QURESHI: Bueno, para responder a la declaración del alcalde de Londres, Boris Johnson, primero, bueno, sentimos que nuestra postura no se está entendiendo. Nuestra indignación es con cualquiera que lleve a cabo actos de detenciones arbitrarias, tortura, extradiciones y asesinatos extrajudiciales, o sea, dondequiera que sea, si eso incluye a ISIS, entonces, sí, también con ellos. Si eso incluye a “Jihadista John”, entonces, también, o sea, esa es nuestra postura. Pero esto incluye a todos. Nuestro trabajo comenzó por los presos de uniforme naranja en la bahía de Guantánamo y lo que queremos es ver el fin de, o sea, ver que el gobierno de EE.UU. deje de alardear de la Convención de Ginebra. Así que cuando vimos esos mismos uniformes naranjas siendo utilizados por ISIS en Irak, sentimos que teníamos una responsabilidad, como consecuencia de la guerra contra el terrorismo, de denunciar los crímenes que veíamos. Así que creo que el alcalde de Londres realmente ha intentado evitar ir al núcleo de la cuestión. Lo que queremos saber de las agencias de seguridad es qué pasó en el periodo en que Mohammed Emwazi estaba en el Reino Unido y sentía que lo amenazaban constantemente, que lo hostigaban constantemente. Y la actitud mental que se ve y se expresa en sus intercambios, no sólo conmigo, sino también con el periodista con quien intercambiaba correos electrónicos, bueno, realmente es cada vez más la percepción de no tener un lugar de pertenencia en esta sociedad. Y esta es la pregunta que planteamos desde CAGE, o sea, ¿qué hubo en sus interacciones con las agencias de seguridad, en ese período, que le hizo sentir que no podía integrarse socialmente? Y nos parece importante hacer esa pregunta porque si eso contribuyó a que abandonara el Reino Unido y tratará de encontrar un sentido de pertenencia en otro lugar, digamos, por ejemplo, con el Estado Islámico, entonces es importante aprender de eso, para que no se repita ese proceso con otros jóvenes que sufren formas similares de hostigamiento aquí, en el Reino Unido.

AMY GOODMAN: Bueno, déjame preguntarte algo. No fue sólo el alcalde de Londres que ha atacado a CAGE por plantear estas preguntas, también Amnistía Internacional ha dicho, a principios de esta semana, que está considerando romper sus vínculos con CAGE. John Dalhuisen, director de Amnistía para Europa y Asia Central, emitió un comunicado diciendo: “Estamos revisando nuestra política con respecto a la continuidad de cualquier tipo de relación con la organización CAGE.” En 2010, Gita Sahgal dejó un alto cargo en Amnistía por la vinculación de la entidad con tu organización, CAGE. Después de esta controversia sobre el caso de “Jihadista John”, Sahgal dijo: “Aquí se está promoviendo activamente una cierta forma de yihadismo. Se crea un clima que propicia verlos no simplemente como alguien vinculado a violaciones de derechos humanos sino como personas que deberían ser escuchadas y seguidas. Eso es muy inquietante”. ¿Puedes responder a lo que dijo?

ASIM QURESHI: Bueno, o sea, eso es totalmente incorrecto, o sea, aquí se está malinterpretando lo que estamos tratando de hacer y las cuestiones fundamentales que estamos tratando de plantear. Gita Sahgal siempre se ha concentrado en atacar a las personas, en lugar de asumir la discusión de los problemas que planteamos y abordar las cuestiones que queremos destacar.

O sea, con respecto a Amnistía Internacional, por supuesto, bueno, Amnistía es una organización con la que hemos trabajado estrechamente en el pasado. Hemos trabajado conjuntamente en varios proyectos diferentes. Y depende de ellos si desean o no continuar trabajando con nosotros. En cuanto a nosotros, simplemente vamos a seguir haciendo nuestro trabajo, vamos a seguir trabajando con nuestras comunidades, que sí sienten que están siendo objeto de una sospecha indebida, que sufren maltratos desde distintos aparatos del estado. Así que tenemos una responsabilidad hacia ellos, de seguir trabajando. Si hay otras organizaciones que desean trabajar en cooperación con nosotros, entonces, bueno, son bienvenidas, sea quien sea, cualquiera sea su extracción social.

AMY GOODMAN: Asim, para terminar ¿te sorprendió que Mohamed Emwazi fuera “Jihadista John”?

ASIM QURESHI: Bueno, por el momento es todavía una sospecha y realmente espero que sea falsa. Pero si resulta que es él, entonces, sí, no sólo estoy sorprendido, o sea, es algo que me entristece mucho y me genera mucho enojo.

AMY GOODMAN: Asim Qureshi, quiero darte las gracias por estar con nosotros desde Londres. Asim es director de Investigaciones de la organización CAGE, que trabaja por los derechos de los presos en Londres. Esto es Democracy Now! Cuando regresemos, recordamos el levamiento de Attica en 1971, hace 40 años, y analizamos lo que está sucediendo en esa prisión hoy, con el caso de un joven recluso que fue golpeado casi hasta la muerte en 2011. Hoy, los guardias de la prisión se declararon culpables justo antes del juicio. No van a ir a la cárcel. Quédense con nosotros.

Traducido por Esther Ortiz, editado por Verónica Gelman y Democracy Now! en Español.

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