Hoy fue arriada la bandera de guerra confederada que flameó en el edificio de gobierno de Carolina del Sur durante más de cincuenta años. La gobernadora Nikki Haley el jueves promulgó un proyecto de ley destinado a retirar la bandera de manera permanente, después de que la Cámara de Representantes y el Senado lo aprobaran mayoritariamente a principios de esta semana. Este es el último intento en una lucha que lleva décadas y que empezó después de que la bandera confederada fuera izada en el edificio de gobierno de Carolina del Sur en 1962. Más tarde fue trasladada a un mástil de 9 metros de altura ubicado en el monumento a la Guerra Civil, después de un acuerdo que exigía dos tercios de los votos de la Cámara de Representantes y del Senado para bajarla. El jueves, mientras firmaba el proyecto en el salón central de la Cámara de Representantes, la gobernadora Haley estaba acompañada por familiares de las nueve víctimas de la masacre del 17 de junio perpetrada durante una clase de lectura de la Biblia en la iglesia AME Emanuel en Charleston; también la acompañaban tres ex gobernadores de Carolina del Sur y el reverendo Jesse Jackson. Se prevé que la bandera se baje a las 10 de la mañana del día de hoy y sea trasladada al Museo Militar del estado ubicado en Columbia, donde se la exhibirá en el Salón de las Reliquias de la Confederación. Para saber más de este tema, hablamos con Wanda Williams-Bailey, nieta interracial del fallecido senador de Carolina del Sur, ex gobernador y segregacionista de larga trayectoria, Strom Thurmond, que falleció a la edad de cien años en el año 2003. Unos meses después, una mujer llamada Essie Mae Washington-Williams declaró ser hija de Thurmond y Carrie Butler. Butler era una niña afroestadounidense de 16 años edad cuando trabajaba en tareas domésticas en la casa de Thurnmond. Thurmond nunca reconoció públicamente a Washington-Williams como su hija ni a Wanda como su nieta.
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