Bernie Sanders: de Grecia a Puerto Rico, las normas financieras están arregladas para favorecer al 1%

Reportaje21 de agosto de 2015

El precandidato presidencial por el Partido Demócrata Bernie Sanders hace poco participó de un panel de economistas en Washington, para analizar la crisis de deuda en Grecia y en todo el mundo. En el discurso de apertura Sanders habló de la crisis de deuda en Grecia así como en Puerto Rico. “Es tiempo de que los acreedores se sienten con los gobiernos de Grecia y Puerto Rico y diseñen un plan de pago de deuda que sea justo para ambas partes”, afirma Sanders. “El pueblo de Grecia y los niños de Puerto Rico se lo merecen”.

Transcripción
Esta transcripción es un borrador que puede estar sujeto a cambios.

AMY GOODMAN: Pasamos a hablar sobre el candidato presidencial demócrata Bernie Sanders, quien recientemente se reunió con un panel de economistas en Washington para discutir la crisis de la deuda en Grecia, así como en otros países del mundo. El senador Sanders dijo que la austeridad ha empeorado la situación en Grecia. Esta es parte de su declaración.

BERNIE SANDERS: Estamos aquí hoy para hablar sobre el importante tema de la crisis de deuda a la que se enfrenta Grecia y sobre el modo en que los pueblos y los gobiernos de todo el mundo están luchando para enfrentarse al exceso de deuda. Nos vamos a centrar en Grecia, pero en realidad este problema va más allá de Grecia. Los países que están luchando no sólo para hacer frente al exceso de deuda, sino a una grandísima desigualdad, a un crecimiento y a unos ingresos demasiado bajos.

Hoy, como creo que todos ustedes saben, Grecia se encuentra en una situación económica muy grave. En muchos aspectos, la situación en Grecia se asemeja hoy a la de Estados Unidos en la década de 1930, en medio de la peor depresión y de la peor crisis económica en la historia de nuestro país. La economía griega básicamente se ha derrumbado, y el pueblo de Grecia se encuentra atrapado en una depresión muy profunda.

Quiero comenzar expresando mi solidaridad con el pueblo de Grecia, donde cinco años de políticas de austeridad crueles y contraproducentes, políticas exigidas por el Banco Central Europeo, por la Comisión Europea, y por el Fondo Monetario Internacional han dejado al pueblo de Grecia frente a una crisis humanitaria en toda regla. En mi opinión, no hay ejemplo más obvio del fracaso de las políticas de austeridad que lo que está pasando en Grecia.

Durante más de cinco años, Grecia ha recortado las pensiones. Grecia ha reducido su número de empleados gubernamentales. Grecia ha hecho profundos recortes de gastos que han destripado su red de seguridad social. En otras palabras, a pesar de lo que nos han hecho creer en muchos medios de comunicación, Grecia no ha estado comprando de forma compulsiva. No ha sobrefinanciado a su gobierno. Más bien, ha impuesto recortes masivos de gastos que han causado un dolor devastador para las personas más vulnerables. Lo ha hecho porque sus acreedores, encabezados por Alemania, han insistido en que la austeridad es la única manera de sacar a Grecia de su situación de deuda.

Como resultado, hoy en día, Grecia tiene los más altos niveles de desigualdad y las peores tasas de desempleo en Europa. La tasa oficial de desempleo es del 26 %. El desempleo juvenil en Grecia es de más del 50 %. Más del 30 % de las personas en Grecia están viviendo en situación de pobreza. Y la economía griega es un 25 % más pequeña, se ha reducido en un 25 % en los últimos cinco años. Es bastante increíble.

En lugar de resolver el problema, la austeridad, en mi opinión, ha convertido una mala situación una mucho peor. Grecia ha visto su ratio de deuda en proporción al Producto Interno Bruto dispararse de un 120 % a alrededor de un 175 % en la actualidad. Y ahora para que, entre comillas, “arreglar” el problema, la Troika quiere que Grecia pida prestado más dinero y que haga más recortes de salarios, pensiones y otros programas sociales.

En enero, como todos ustedes saben, el pueblo de Grecia se levantó y dijo: “Ya es suficiente”. Eligieron a un nuevo gobierno, conocido como Syriza. Su promesa: terminar con las crueles políticas de austeridad —esa fue su promesa de campaña–– mediante el aumento del salario mínimo, mediante el aumento de la producción laboral, mediante la protección de los más vulnerables contra los recortes de pensiones, y asegurando que las personas más ricas de Grecia comenzaran a pagar una cantidad justa de impuestos, un problema muy grave en ese país. Pero en lugar de trabajar con el nuevo gobierno para encontrar un camino racional para salir adelante, la Troika exigió más austeridad que nunca.

El 5 de julio, el pueblo de Grecia alzó su voz una vez más: En una contundente muestra de solidaridad con su gobierno, el 61 % de la población de Grecia dijo “no” a una mayor austeridad para los pobres, para los niños, para los enfermos y para los ancianos. Sin embargo, en lugar de trabajar con el gobierno griego en un plan sensato que permitiera a Grecia mejorar su economía y pagar su deuda, Alemania y la Troika continuaron presionando a Grecia para que aceptara una mayor austeridad.

Ellos quieren recortes de pensiones aún más profundos; un aumento en el impuesto regresivo VAT de 13 % a un 23 %; recortes automáticos del presupuesto si la economía griega no cumple con las expectativas; la privatización de los activos estatales, incluyendo la red eléctrica; desregulación de los transporte, del sistema ferroviario, del sector farmacéutico y de otros sectores de la economía; el debilitamiento de los sindicatos. En otras palabras, se le está diciendo al pueblo de Grecia que sus voces, que fueron expresadas en dos elecciones, realmente no importan, que su miseria no importa, que toda una generación de jóvenes desempleados o subempleados no importan, que los enfermos y los ancianos no importan, que la propia democracia no importa. Y eso, bajo mi punto de vista, es inaceptable. Creo que este plan es simplemente insostenible.

En mi opinión, la austeridad ha fracasado, y continuar con la austeridad significa que la economía griega continuará fallando a su gente. El desempleo, la pobreza y la desigualdad aumentarán desde niveles ya obscenos.

Y tal vez, sólo tal vez, algunas personas están empezando a despertar ante esta realidad. En un informe confidencial que fue publicado a principios de este mes, funcionarios del Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtieron que el FMI no participaría en ningún nuevo rescate para Grecia a menos que se le ofreciera al gobierno griego un paquete de alivio sustancial de la deuda como parte de cualquier nuevo acuerdo. A la luz de este informe, es hora de que la Troika proporcione al gobierno griego la flexibilidad necesaria para crear empleos, aumentar los salarios y mejorar su economía. Sin una mejora sustancial en su economía, Grecia nunca escapará de su crisis de deuda.

Y recordemos un poco la historia. No olvidemos lo que pasó después de la Primera Guerra Mundial, cuando los aliados impusieron una opresiva austeridad a Alemania como parte del Tratado de Versalles. Y creo que todos los que saben algo de historia comprenden lo que pasó. Y es que, la economía de Alemania se derrumbó, el desempleo aumentó súbitamente, la gente llevaba su dinero en carretillas para comprar una barra de pan. Y el resultado de todo ese descontento masivo fue que Adolf Hitler y el partido nazi ganaron una elección y tomaron el poder. Y todos ustedes conocen el resultado de eso.

Lo que mucha gente no sabe acerca de lo que ocurre hoy en Grecia es que el partido que quedó en tercer lugar en las recientes elecciones griegas se llama Golden Dawn (Amanecer Dorado). Este es un partido que algunos llaman neonazi, pero otras personas creen que no tiene nada de “neo” al respecto. Es un partido nazi, que quedó en el tercer lugar en las recientes elecciones. En mi opinión, deberíamos aprender de la historia. Y deberíamos entender que cuando falla la democracia, cuando la gente vota por algo y no puede conseguir lo que el gobierno prometió a causa de fuerzas externas, esto lleva al descontento masivo, conduce al desprecio por la democracia, y abre el camino a los partidos de extrema derecha, como Golden Dawn (Amanecer Dorado).

Por último, recordemos que una de las principales razones por la cual Grecia no pudo asumir tanta deuda era porque tuvo la ayuda de Goldman Sachs, que le ayudó a disfrazar la naturaleza de la deuda griega. Hoy en día, cuando hablamos de deuda, debemos apreciar que algo similar está sucediendo ahora mismo en Puerto Rico, donde el gobierno está luchando por hacer frente a una deuda insostenible, y un grupo de multimillonarios fondos de cobertura están exigiendo austeridad en Puerto Rico. Están exigiendo el despido de profesores, el cierre de escuelas, para que puedan cosechar enormes ganancias a causa del sufrimiento y la miseria de los niños y la gente de Puerto Rico. Es hora de que los acreedores se sienten con los gobiernos de Grecia y Puerto Rico y elaboren un plan de pago de la deuda que sea justo para ambas partes. El pueblo de Grecia y los hijos de Puerto Rico no merecen menos.

Hace más de 70 años, los principales líderes económicos de 44 países se reunieron en un hotel en Bretton Woods, New Hampshire, para establecer reglas económicas y financieras internacionales. Como resultado de esa conferencia, fueron creados el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Creo que es evidente para cualquiera que haya echado un vistazo a esta situación que las reglas con respecto a nuestro sistema financiero internacional en la actualidad favorecen a los ricos y poderosos a expensas de todos los demás. Hoy, las 85 personas más ricas del mundo poseen más riqueza que la mitad inferior de la población mundial, más de 3.000 millones de personas. Para el próximo año, Oxfam ha estimado que el 1 % más rico de la población mundial poseerá más riqueza que el otro 99 % de la población del mundo. En mi opinión, tenemos que iniciar —y espero que este foro de hoy sea un comienzo en ese proceso–– una discusión seria acerca de cómo cambiar nuestras normas financieras internacionales para expandir y ampliar las oportunidades económicas y reducir la desigualdad de ingresos y de riqueza, no sólo en Grecia y en Puerto Rico, sino en todo el mundo. La economía global es simplemente insostenible cuando tan pocos tienen mucho y muchos tienen tan poco.

AMY GOODMAN: El candidato demócrata a la presidencia Senador Bernie Sanders hablando en un panel sobre la crisis de la deuda en Grecia celebrado en julio en el Hart Senate Office Building. El jueves, el primer ministro griego Alexis Tsipras anunció su renuncia, abriendo el camino para nuevas elecciones, en las que Tsipras se postulará de nuevo.

Esto es Democracy Now! Cuando regresemos, julio es el mes más caluroso de la historia. Este año, hasta el momento, ha sido el año más caluroso de la historia. Vamos a hablar de los vínculos entre el cambio climático y la sequía de California. Quédense con nosotros.

Traducido por Linda Artola. Editado por Igor Moreno y Democracy Now! en Español.

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