Mientras tanto, en Calais, Francia, la policía continúa desmantelando partes del campamento de refugiados más grande del país, conocido como “La jungla”. Los refugiados afirman que la policía ha estado destruyendo hogares y amenaza con demoler los centros comunitarios, tales como centros de distribución y cocinas, a pesar del fallo de un tribunal de la semana pasada que prohíbe a las autoridades desmantelar espacios públicos. Al menos una docena de refugiados han iniciado una huelga de hambre en protesta por el desalojo en curso. Cinco de ellos se han cosido los labios en señal de protesta. Un refugiado iraquí llamado Sarwar hizo las siguientes declaraciones.
Sarwar expresó: “Planeo ir al Reino Unido, pero… ¿cómo? La frontera está cerrada. No puedo seguir viviendo en ‘La jungla’ porque la CRS, la policía antidisturbios francesa, no me deja en paz, destruyó mi refugio y no sé hacia dónde va mi vida”.
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