Un tribunal federal de apelaciones determinó que la estricta ley de identificación de votantes de Texas discrimina de manera ilegal a afroestadounidenses e hispanos y que viola la Ley de Derecho al Voto. Más de 600.000 habitantes de Texas no poseen ninguno de los tipos de documentos de identidad que la ley exige para votar. El tribunal de apelaciones ratificó el fallo de un tribunal inferior que concluyó que la ley afecta de manera desproporcionada a las minorías. Entre los problemas con la ley estaban los tipos de documentos de identidad que se aceptaban: en la lista figuraban las licencias de porte oculto de armas figuraban en la lista, por ejemplo, pero no las identificaciones estudiantiles.
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