Mientras tanto, en Charlotte, Carolina del Norte, las protestas continúan por tercer día consecutivo en demanda de la publicación del video del tiroteo policial contra el padre afroestadounidense Keith Lamont Scott. El gobernador de Carolina del Norte, Pat McCrory, declaró estado de emergencia y movilizó a la Guardia Nacional. El alcalde de Charlotte también impuso un toque de queda a medianoche, en medio de las protestas. Mientras que la policía afirma que primero le aplicaron una descarga eléctrica y luego le dispararon a Scott porque iba armado, la familia de Scott sostiene que él no estaba armado y que solamente llevaba un libro en la mano. La familia afirma que había estado sentado en su coche, esperando para recoger a su hijo a la salida de la escuela. El jueves, el jefe de la policía de Charlotte-Mecklenburg, Kerr Putney, se retractó de las declaraciones de que Scott tenía un arma.
Kerr Putney declaró: “El video no presenta evidencia visual absoluta y definitiva que confirme que una persona esté apuntando un arma. No vi eso en los videos que he revisado”.
A la familia de Scott le mostraron el video, pero todavía no se ha hecho público. Mientras tanto, el manifestante que, según la policía, fue víctima el miércoles de un tiroteo entre civiles, ha muerto. Varios testigos discuten la explicación de la policía. El defensor público de Charlotte Eddie Thomas declaró a The Guardian que cree que el manifestante fue golpeado por una granada de gas lacrimógeno, bola de pimienta u otro proyectil que lo hizo tropezar hacia atrás y golpearse la cabeza en la acera de ladrillo. Visite democracynow.org/es para ver nuestra cobertura sobre Carolina del Norte y Tulsa, Oklahoma.
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