En Nueva York, tres de las 16 mujeres que acusaron públicamente de abuso sexual a Donald Trump exigieron el lunes al Congreso que investigara al presidente. En una conferencia de prensa en Manhattan, las mujeres compartieron relatos en los que afirmaron que Trump las había manoseado, tocado o había hecho insinuaciones sexuales no deseadas. Esta es Rachel Crooks, quien afirma que Trump la besó a la fuerza contra su voluntad en 2005.
Rachel Crooks expresó: “Quiero creer que, como estadounidenses, podemos dejar de lado nuestras inclinaciones políticas y admitir que algunas cosas realmente trascienden la política, que juzgaremos al señor Trump con el mismo criterio que a Harvey Weinstein y los otros hombres a quienes se responsabilizó por su reprochable conducta”.
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