Un abogado de Nueva York que fue filmado esta semana mientras hacía comentarios racistas a clientes y empleados de habla hispana en un restaurante de Manhattan perdió su oficina y podría ser inhabilitado para ejercer su profesión. El congresista de Nueva York Adriano Espaillat dijo el jueves que presentó una queja contra Aaron Schlossberg, un abogado del centro de Manhattan que amenazó con llamar a la policía de inmigración tras escuchar a clientes y empleados hablando en español. Su alegato racista se volvió viral esta semana.
Aaron Schlossberg expresó: “Y supongo que no tienen documentos, así que ahora llamaré al Servicio de Inmigración para hacer que los expulsen de mi país”.
Schlossberg se escondió de los reporteros al salir de su casa en Manhattan el jueves. Llevaba un gorro de esquí y se cubría el rostro con un paraguas abierto. Al ser interrogado por un afiliado de la cadena NBC local, se dio vuelta y salió corriendo por una calle de Manhattan, huyendo de las cámaras.