El ataque a los miembros de la Guardia Revolucionaria iraní se produjo al tiempo que el Gobierno estadounidense encabezado por el presidente Donald Trump convocó una conferencia en Varsovia, Polonia. Anunciada como una cumbre de paz en Medio Oriente, la conferencia estaba orientada en gran medida a reforzar el apoyo a las sanciones impuestas por Estados Unidos a Irán. Los ministros de Relaciones Exteriores de más de 60 países se unieron a las negociaciones, que fueron dirigidas por el vicepresidente estadounidense Mike Pence y el secretario de Estado Mike Pompeo, junto con el asesor principal y yerno del presidente Trump, Jared Kushner. Francia y Alemania –que se opusieron a la retirada del Gobierno de Trump del Acuerdo Nuclear de Irán de 2015– declinaron enviar a sus ministros de Relaciones Exteriores a la conferencia. Antes de iniciar las negociaciones, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se jactó de que la conferencia tenía como objetivo promover la guerra con Irán. Estas son las palabras expresadas por Netanyahu en un video publicado en su cuenta oficial de Twitter.
El primer ministro Benjamin Netanyahu afirmó: “Lo importante de esta reunión… –y esta reunión no es secreta, porque hay muchos de ellos presentes– es que se trata de una reunión abierta con representantes de los principales países árabes, que se sientan junto a Israel para avanzar en el común interés de la guerra con Irán”.
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