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De acuerdo a un reclamo ético que la organización Public Citizen presentó recientemente ante el funcionario e inspector general de ética del Departamento del Interior, el presidente Trump pudo haber violado la orden ejecutiva al elegir a David Bernhardt como secretario del Departamento de Interior. La normativa prohíbe que los funcionarios desempeñen funciones en cualquier área para la que hayan sido lobistas dos años antes de sumarse a la gestión de gobierno. El reclamo señala que Bernhardt hizo mucho lobby cuando se discutió la Ley de Especies en Peligro de Extinción y, hace poco, a favor del Distrito de Agua de Westlands en 2016, cuando informó que hacía lobby por “una posible ley relacionada a la Oficina de Reclamos y la Ley de Especies en Peligro de Extinción”.
Para saber más de este tema, puede ver la entrevista que le hicimos (en inglés) al presidente de Public Citizen, Robert Weissman.