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Continúa el juicio al ex agente de policía de Minneapolis Derek Chauvin. Un testigo clave de la defensa fue el ex jefe de medicina forense de Maryland, Dr. David Fowler, quien contradijo a la mayoría de los otros testigos expertos. Fowler sugirió que George Floyd había muerto por problemas cardíacos y otras cuestiones, no por la maniobra aplicada por el ex agente. En Maryland, la decisión del equipo legal de Chauvin de recurrir al testimonio de Fowler causó conmoción. Allí, dicho médico ha sido demandado judicialmente por la familia de Anton Black, un joven afroestadounidense de 19 años que murió en esa ciudad en 2018, luego de recibir descargas con una pistola Taser y quedar inmovilizado boca abajo, aplastado bajo el peso de un civil y tres policías blancos, mostrando dificultad para respirar hasta que perdió el conocimiento. Después de la autopsia, el Dr. Fowler determinó que la muerte de Black había sido un accidente y nadie fue acusado de ningún delito. La demanda, por homicidio culposo, dice que el Dr. Fowler retrasó durante meses la publicación del informe de la autopsia y encubrió la responsabilidad policial por la muerte de Black. Sonia Kumar, abogada de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles en Maryland, dice que “en Maryland hay un patrón de conducta referido a la violencia policial hacia las personas negras que se describe como cualquier cosa menos homicidio”. También hablamos con Richard Potter, fundador de la Coalición Justicia para Anton Black y presidente de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color en el condado de Talbot, quien afirma que los funcionarios a cargo del caso de Anton Black pasaron meses sin hacer nada tras la muerte del joven. “Nadie le daba a la familia información sobre la causa de muerte”, comenta.
Para conocer más sobre este tema, vea (en inglés) la conversación que tuvimos con Sonia Kumar y Richard Potter.
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