En materia laboral, estudiantes de posgrado de la Universidad de California que trabajan como empleados de la institución firmaron un nuevo contrato laboral el viernes pasado, poniendo fin a su histórica huelga de seis semanas. En la huelga participaron un total de 48.000 estudiantes empleados en los diez campus de la Universidad de California. El contrato incluye aumentos salariales, mejores beneficios relacionados con el cuidado infantil y nuevas medidas para proteger a los trabajadores del acoso laboral.
Sin embargo, algunos miembros del sindicato rechazaron el nuevo contrato, incluida la mayoría de los votantes que trabajan en los campus de las ciudades de Santa Cruz, Santa Bárbara y Merced. Las personas que se opusieron al contrato argumentan que los beneficios económicos no son suficientes, que el nuevo acuerdo debilita la capacidad de organización y que se sacrificaron las demandas iniciales que habrían beneficiado a los trabajadores indocumentados, extranjeros y discapacitados.
Mientras tanto, en Nueva York, los profesores de medio tiempo y de tiempo completo de la Universidad de Fordham votaron por abrumadora mayoría llevar a cabo una huelga a partir del 30 de enero si no se llega a un acuerdo tentativo que implique salarios justos.