En Níger, el Gobierno ha declarado tres días de luto nacional después de que un ataque perpetrado por presuntos milicianos se cobró la vida de al menos a 29 soldados en la frontera con Malí. El Ministerio de Defensa de Níger también dijo que murieron “varias decenas de terroristas”. Los residentes locales lamentaron el ataque y la continua inseguridad que azota la región.
Naomi Binta Stansley: “Deseamos que este luto, esta tristeza que sienten las familias de los soldados, [esta tristeza] que sienten los nigerinos, que esta sea la última vez [que la sientan] y que cese esta inseguridad. Queremos que la paz regrese a Níger, que la paz regrese a la región del Sahel, que la paz regrese a Malí, que la paz regrese a Burkina [Faso]”.
La violencia que azota la región del Sahel ha asolado a Níger, Malí y Burkina Faso durante más de diez años, lo que ha provocado que se produzcan golpes de Estado militares en los tres países, que recientemente formaron una alianza de defensa para luchar contra los grupos armados y la intervención militar extranjera. Asimismo, los tres países han tomado medidas para romper sus lazos con Francia, su antiguo colonizador, cuya misión de combatir el terrorismo ha fracasado ampliamente o ha empeorado la situación. Por su parte, la ONU también retiró recientemente sus fuerzas armadas de Malí, al tiempo que las fuerzas armadas del país intentan repeler los conflictos con grupos armados en múltiples frentes. En uno de esos frentes, el asedio y ataque que está sufriendo la ciudad de Tombuctú por parte de la filial de al-Qaeda en Malí han hecho que crezcan los temores a que se desate una posible guerra civil en el país. Estas fueron las palabras expresadas por un residente de Tombuctú.
Sory Touré: “Lo que nos preocupa son los ataques con artillería que sufre la ciudad. Esto crea una verdadera psicosis y deja su huella en la mente de las personas. Yo mismo tengo este miedo. Lo más grave es que esto afecta a la psicología de las personas”.
Inicio