El Departamento de Justicia de Estados Unidos inició su investigación sobre la empresa Boeing después de que el mes pasado un tapón de la puerta del fuselaje se desprendiera en pleno vuelo del 737 MAX 9 operado por la aerolínea Alaska Airlines. Mientras tanto, la Administración Federal de Aviación le dio a la compañía un plazo de 90 días para presentar un plan de seguridad que cumpla con las normas vigentes para aviones nuevos. Un informe reciente de esa entidad gubernamental concluyó que las medidas de seguridad de Boeing son “inadecuadas” y “confusas”. La semana pasada, Boeing anunció que reemplazará al jefe de su programa 737 MAX.
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