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Los resultados iniciales de las elecciones en Pakistán muestran una ventaja para las candidaturas vinculadas al ex primer ministro Imran Khan, quien permanece en la cárcel y a cuyo partido político se le prohibió postularse. Partidarios de Khan acusan al Gobierno interino, que cuenta con el apoyo de las fuerzas militares de Pakistán, de intentar manipular el proceso electoral al cortar los servicios de telefonía celular e Internet justo cuando comenzaba la votación y retrasar la presentación de los resultados. “Es incierto exactamente cuántos escaños tiene cada partido”, señala desde Karachi la periodista Munizae Jahangir, y añade que “no hay claridad” sobre quién ganó, a pesar de la gran participación electoral registrada. “Independientemente de cuál sea el resultado, la crisis política que estamos viviendo en Pakistán va a continuar”, señala la activista política paquistaní Alia Amirali, quien describe la larga historia de interferencia militar en los procesos democráticos del país. “No es que no tenga peso el voto de la gente, pero los militares ciertamente manipularán los resultados”.
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