Haití está atravesando una escalada de violencia y agitación política, en la que los grupos armados luchan por el control de las calles. La semana pasada, el primer ministro haitiano, Ariel Henry, quien no había sido designado en un proceso electoral democrático, anunció su renuncia en el contexto del alzamiento de una coalición de grupos armados opositores. Actualmente continúan las negociaciones para establecer un consejo presidencial de transición, encabezadas por la alianza política caribeña CARICOM, que cuenta con el apoyo de Estados Unidos. Al mismo tiempo, hay un conflicto latente en relación con las personas refugiadas, ya que el Gobierno de Biden está evaluando la idea de albergar a los solicitantes de asilo haitianos en la Bahía de Guantánamo. Hablamos del tema con Dan Foote, quien en septiembre de 2021 renunció a su cargo como enviado especial de Estados Unidos para Haití por el trato “inhumano” dispensado por el Gobierno de Biden a los solicitantes de asilo haitianos y la interferencia de Estados Unidos en la política de la isla. “Estamos manteniendo a Haití como rehén a través de este proceso político de CARICOM”, señala Foote y añade que para romper el ciclo de intervención, agitación y violencia es necesario respetar la soberanía haitiana. “Todo el mundo tiene una solución para Haití, pero, desafortunadamente, a través de la historia se ha visto que ninguna de esas soluciones ha funcionado”.
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