Tras varios meses de disputas en el Congreso estadounidense, el presidente Joe Biden aprobó el miércoles un paquete de ayuda militar para Ucrania, Israel y Taiwán valuado en 95.000 millones de dólares. Biden afirmó que las armas llegarán a Ucrania “en cuestión de horas” y declaró: “Hoy es un buen día para la paz mundial”. El paquete incluye 26.000 millones de dólares adicionales en fondos de ayuda para Israel, que ya ha matado a más de 34.000 personas en Gaza en poco más de seis meses, de las cuales unas 14.000 son niños y niñas. Es probable que el número real de víctimas sea mucho mayor, ya que miles de personas siguen desaparecidas o atrapadas bajo los escombros. Israel anunció el miércoles que está movilizando dos brigadas de reservistas en preparación para la anticipada invasión terrestre de Rafah, a la que Estados Unidos se ha opuesto públicamente.
Al tiempo que Biden aprobaba el envío de más armas a Israel, un grupo de trabajo independiente publicó un informe que muestra que el uso que Israel hace del armamento proporcionado por Estados Unidos viola el derecho internacional humanitario. El grupo de trabajo estuvo copresidido por Noura Erakat, una especialista legal palestino-estadounidense, y por Josh Paul, quien renunció al Departamento de Estado de Estados Unidos en protesta por el apoyo del Gobierno de Biden a la guerra de Israel contra Gaza.
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