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Faltan menos de dos meses para que el alcalde electo de la ciudad de Nueva York, Zohran Mamdani, asuma su cargo. La histórica campaña electoral de Mamdani, que logró llevar a la victoria un miembro poco conocido de la Asamblea Legislativa estatal, se basó en un impresionante proceso de organización comunitaria. Cuando lanzó su candidatura, Mamdani tenía una intención de voto del 1% y, en el camino, tuvo que superar un intenso escrutinio público, ataques islamofóbicos y críticas por su apoyo a los derechos del pueblo palestino, entre otras cosas. Cuando llegó el día de las elecciones, más de dos millones de habitantes de la ciudad de Nueva York ya habían votado de manera anticipada, una participación electoral récord que no se había registrado en más de medio siglo.
Este éxito se debe en parte a un enorme proceso de organización territorial de base y a la movilización de más de 104.000 personas que se sumaron como voluntarias. “Sabíamos que queríamos [hacer un trabajo territorial] muy grande”, señala Tascha Van Auken, coordinadora de campo de la campaña de Mamdani para la alcaldía. “Priorizamos el desarrollo de un liderazgo comunitario y la incorporación de la mayor cantidad posible de voluntarios y voluntarias”.
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