
Actualizamos la información sobre el extraordinario caso de Kilmar Ábrego García, el padre de familia de Maryland que fue noticia en marzo de 2025 cuando fue deportado injustamente a El Salvador y recluido en el tristemente célebre centro penitenciario de máxima seguridad CECOT. El caso provocó una gran indignación en la sociedad estadounidense y, después de unos meses, Ábrego García fue trasladado de vuelta a Estados Unidos. Sin embargo, su calvario continuó. El Gobierno de Trump amenazó con deportarlo a Uganda, Esuatini y Liberia, a pesar de que él no tiene vínculos con ninguno de esos países africanos. Finalmente, la semana pasada, una jueza federal ordenó que fuera liberado de la cárcel del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de Pensilvania en la que se encontraba e interpuso una medida que impide que vuelva a ser detenido como un mecanismo para negarle el debido proceso.
Nos acompaña Simon Sandoval-Moshenberg, uno de los abogados de Ábrego García, quien señala que las acciones del Gobierno tienen como principal objetivo “castigarlo” por alzar la voz en defensa de sus derechos. “Además, el Gobierno está usando su caso, más o menos aleatoriamente, para promover la idea de que puede hacer lo que quiera, cuando quiera, a quien quieran y, especialmente, que ningún tribunal se lo puede impedir”.
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