
A pesar de haber dejado de recibir refugiados de casi todo el mundo, el lunes 12 de mayo el Gobierno de Trump dio la bienvenida a 59 afrikáners, sudafricanos blancos, a quienes les otorgó el estatus de refugiados. Si bien décadas después del fin del apartheid la minoría blanca de Sudáfrica todavía posee la gran mayoría de las tierras agrícolas, el presidente Trump afirma que los afrikáners son objeto de discriminación racial en su país. Además, sostiene que son personas que están escapando del “genocidio”. Esta acusación tiene que ver con “una teoría conspirativa y un mito que viene resonando hace ya varias décadas en ámbitos vinculados al populismo de derecha y al nacionalismo blanco”, plantea Andile Zulu, ensayista político e investigador del Centro de Información y Desarrollo Alternativo de Ciudad del Cabo. También hablamos con el profesor sudafricano Herman Wasserman, quien enseña periodismo en la Universidad de Stellenbosch y señala que el Gobierno de Trump está utilizando a los afrikáners como “peones, como piezas de una campaña que pretende promover la blanquitud”
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