Informe especial: El bicentenario mexicano y las otras voces

Especial14 de septiembre de 2010
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    El bicentenario mexicano y las otras voces

    Entre 2009 y 2011, nueve países latinoamericanos celebrarán el bicentenario de su independencia. En México, este 2010 se ha denominado el “Año de la Patria” y conmemora no solo el inicio de la guerra de Independencia contra los españoles, sino también el centenario del comienzo de la Revolución contra la dictadura de Porfirio Díaz en 1910.

    Aunque el día oficial de la independencia es el 16 de septiembre, la celebración del bicentenario  se está desarrollando a lo largo de todo el año. Concursos, foros de discusión, conferencias académicas y exposiciones han generado espacios de reflexión sobre la historia del país y cómo actualizar su significado para el pueblo mexicano de hoy.

    A fines del año pasado, en un evento de conmemoración del inicio de la Revolución Mexicana, el Presidente de México, Felipe Calderón, dijo sobre las celebraciones de este año: “Se trata, la Independencia y la Revolución, de dos eventos fundamentales, fundacionales del derrotero histórico de México, que explican en mucho lo que somos…. Más allá de diferencias y de desencuentros, el Año de la Patria debe ser un momento en el que vibre con fuerza el sentir nacional.”

    En el año 1810, el cura Miguel Hidalgo convocó a los mexicanos a levantarse en armas para acabar con la opresión de los españoles y alcanzar la libertad, al grito famoso de “¡Viva la Independencia!” Según los ideales del Generalísimo Hidalgo, crear un México mas autónomo era indispensable para acabar con la desigualdad e injusticia que habían prevalecido durante los 300 años de colonización.

    Con la independencia, los descendientes de españoles nacidos en el nuevo mundo buscaban asegurarse el poder dentro de un nuevo gobierno que impartiera leyes justas y convirtiera a México en una nación con menos pobreza y más educación. Cien años después, el político y empresario Francisco Madero hizo un llamado similar al pueblo mexicano cuando inició la Revolución Mexicana con el Plan de San Luis –un documento que resumió las causas de la rebelión junto con una propuesta para estructurar un nuevo gobierno. Importantes líderes de todo México, como Pancho Villa y Emiliano Zapata, se sumaron a esa gesta. Aunque el contexto histórico de México bajo la dictadura de Porfirio Díaz era diferente al contexto de la colonia, los ideales evocados –justicia, libertad, e igualdad– eran los mismos. Hoy, México celebra el bicentenario de su independencia bajo otras circunstancias —afectado por la inseguridad, el desempleo y la pobreza—, pero con la misma retórica de siempre: “México, luchando por un futuro mejor.”

    Felipe Calderón, Presidente de México, dijo: “A los mexicanos, invito para que este Centenario de la Revolución y este Bicentenario de la Independencia permita una reflexión que se dé en la pluralidad y en la democracia, en la pluralidad y en la democracia que no había entonces.”

    Si bien a lo largo de la historia mexicana persiste la evocación de los mismos valores, el signficado que tienen difiere de un sector a otro de la población. ¿Qué significará, entonces, esta celebración del bicentenario para los mexicanos? En especial, ¿qué significa este aniversario para los pueblos y voces que habitualmente se encuentran excluidos de los grandes relatos de la historia?

    Raoul Godinez, Profesor de Relaciones Internacionales y Ciencias Políticas del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey nos explicó:

    “¿QUé es básicamente lo que estamos celebrando ahorita cuando hablamos de la independencia de México, el bicentenario? Yo pienso lo que estamos reforzando o queriendo abordar es la cuestión de la identidad mexicana. Y eso es algo muy cambiante. El mexicano en sí, fuera del fútbol, ha dejado atrás o está intentando encontrar una nueva interpretación de sus raíces históricas.”

    Un ejemplo de esto es el estado sureño de Oaxaca, la región del continente que alberga la mayor cantidad y diversidad de comunidades indígenas, cada una con su propia cultura y costumbres.

    Diego Cruz Martínez pertenece a una comunidad Zapoteca de Oaxaca, y nos describió algunos de los retos que su pueblo enfrenta al querer entender y participar de las celebraciones del bicentenario:

    “Para las comunidades campesinas…. Es gente que trabaja en el campo, mayoritariamente analfabeta, con años de rezago, sin acceso a los medios de información, y pobres además. Difícilmente conocen el significado de la independencia, no conocemos muy bien ni siquiera el inicio de la guerra ni el fin de la guerra, ¿no? Porque muchas de las aspiraciones por las que se hizo el levantamiento no llegaron a las comunidades indígenas. Pues, por ejemplo, si hubiera un reparto equitativo de tierras, que se respetara la autonomía y los valores de los pueblos indígenas, la cosmovisión de los pueblos indígenas… Los investigadores importantes, una de las teorías que tienen es que el rezago de México se debe en gran medida a la presencia de los pueblos indígenas, cómo los pueblos indígenas somos los que impedimos el desarrollo y progreso. Este tipo de visiones más que fomentar un país mas democrático y un país donde nuestro rol sea más significativo, pues crea cierta desconfianza desde nuestra perspectiva.”

    Edita Alaver Ruiz también forma parte de la comunidad Zapoteca de Oaxaca y lidera el área de mujeres dentro de la Unión de Organizaciones de la Sierra Juárez. Nos contó que las mujeres Zapotecas han escuchado anuncios publicitarios del gobierno federal y de los grandes medios de comuniación sobre la celebración del bicentenario, pero que los temas de reflexión en su comunidad son otros, tales como los derechos de la mujer indígena, el efecto de la migración sobre su pueblo, la dependencia de las comunidades indígenas de programas del gobierno y la seguridad alimentaria. Sobre la independencia y la revolución, Edita nos comentó:

    “Es algo que solamente lo vimos en la escuela como una parte de nuestra historia de México.”

    Cuando le preguntamos acerca de cuáles son sus relfexiones sobre esta fecha histórica y sobre la cuestión de la identidad, nos dijo:

    “Nuestra reflexión y análisis va en el sentido de que creemos que con lo que tenemos en nuestra comunidad y de lo que hacemos como mujeres y hombres, principalmente en el asunto de la alimentación, es algo que creemos que es lo que nos puede ayudar a resistir tanta crisis social, económica, de seguridad, incluso. Y cuando vemos que muchas de nuestras hermanas, por ejemplo, sentales, allí en Chiapas, y aquí mismo, o en otros lugares, hay estos tipos de despojos del territorio, pues no nos están despojando solamente de la tierra que pisamos sino de toda la cultura y la identidad que eso tiene de significado para nosotras. Aquí sí es muy importante definir que sin territorio, no hay identidad.”

    El Profesor Raoul Godinez también se refirió a este tema: “Cuando estamos hablando de las comunidades indígenas, de las comunidades que todavía se les reconoce con un apelativo étnico, los Raramuri, los Purpecha, lo Totziles, los Maya….vemos como existen sectores que se han marginado, que se han excluido, y que incluso culturalmente no se sienten identificados con el núcleo mayoritario de los mexicanos. Lo interesante tiene que ver, yo digo, con el liberalismo del siglo 19 mexicano. México en 1824 es una República después del primer imperio. Este espíritu republicano crea la idea de nacionalismo fincado en una homogenización cultural…. Todo lo que es el liberalismo republicano de México básicamente era homogeneizar; y todos estos grupos forzarlos a una aculturación tan radical que destruyó su forma de vida.”

    La identidad mexicana actual está también atravesada por la migración. Una gran parte de la población mexicana vive fuera de su país, de la cual más de 9 millones vive en Estados Unidos. En estas celebraciones del bicentenario, quisimos escuchar también las voces de la diáspora mexicana. Por marginación económica y política, y hasta cierta exclusión cultural, el inmigrante mexicano ha desarrollado una perspectiva distinta, una que viene, literalmente, del otro lado.

    Javier Solano es el fundador y director de Mexicanos Unidos, una organización sin fines de lucro que busca asesorar a la comunidad inmigrante de Nueva York acerca del sida.

    “La mayoría, la gente, no piensa, no se pone a reflexionar en qué pasó hace 200 años, o qué pasó hace 100 años. Porque la idea es otra, la idea es cómo subsistir, no en que alguien hace 200 años luchó para que México se independizara de España. Eso realmente no importa porque la realidad es otra. La inmigración, la reforma de inmigración es lo que se habla en este momento. Ahora mismo con lo que esta pasando en Arizona, pues claro, la conversación se centra exclusivamente en la reforma migratoria.”

    Otra referente de la comunidad inmigrante en Estados Unidos es Emily Socolov, directora ejecutiva de Mano a Mano, una organización sin fines de lucro que promueve el arte y la cultura mexicana en Estados Unidos.

    “Lo que yo he visto es que hay como dos caminos: uno es lo cívico y los grupos que están muy entusiasmados por lo del grito, lo de la ceremonia, cómo lo van a celebrar, las banderas y todo eso, y los grupos culturales, los que están haciendo eventos culturales, muchos están nada más metiendo contenido mexicano pero no necesariamente viendo la relación que tienen los eventos de la revolución. Pero lo que no he visto aquí es hacer un enlace entre las causas por las cuales hicieron la revolución, ni siquiera la guerra de independencia, y lo que está pasando ahora mismo con la población. Eso es lo que, en mi punto de vista, está fallando un poquito.”

    Para el Profesor Godinez esta falta de conexión entre las realidades y preocupaciones actuales de la población y la historia de México tiene que ver con la insistencia en dar cuenta de una sóla versión de la historia y mantener un discurso oficial que excluye la diversidad de perspectivas e identidades que conforman la sociedad mexicana:

    “La narrativa y la historia en México es un instrumento político tan importante, tan frecuente de uso, que la mayoría de los mexicanos no entienden y no relacionan el presente con el pasado porque la narrativa que se ha hecho no tiene sentido, está llena de mitificaciones e interpretaciones. Y entonces, si estaban luchando por estos principios, ¿como es que llegamos aquí? Donde estos principios de justicia social, de democracia, de lo que es educación como una escalera para el progreso… no han funcionado….Pero lo primero que tenemos que hacer es desmitificar a todos los actores…. Yo siento que México tiene una oportunidad muy buena aquí. Tiene una oportunidad de replantearse un diálogo, de reconocer quiénes han sido excluidos.”

    Ante la pregunta de cómo crear una plataforma de diálogo multisocial y más incluyente, Diego Cruz Martínez, indígena Zapoteco de Oaxaca, habló de la confianza que tienen muchos movimientos sociales en que los medios de comunicación puedan colaborar en este proceso:

    “Pienso que tienen un rol fundamental los medios de información. Que los medios de información puedan ser interlocutores, que nos incluyan como algo importante, que no nos estén viendo solo como folklore.”

    En este sentido, los medios comunitarios gestionados por la propia ciudadanía juegan un rol fundamental para dar voz a las distintas comunidades y pluralizar las reflexiones que se den no solo durante el bicentenario, sino también en la creación continua de la identidad mexicana.

    Antonio Rosales Montes es el Director de la Radio Comunitaria Erandi, en el estado de Michoacán. Él habló con nosotros sobre el rol que los medios comunitarios juegan dentro de la celebración del bicentenario:

    “Nosotros estamos buscando poder tener información alternativa a la que genera el propio gobierno. A efectos de que la gente tenga diferentes visiones y que no solo tenga una. Tampoco queremos que deje de escuchar lo que se dice en los medios oficiales, los medios comerciales. Pero que también sepa que existen otras voces, que piensan diferente, que ven la situación de una forma diferente. Y estamos buscando y abriendo espacios. Sí, evidentemente como radios comunitarias, estamos sumamente limitadas. Obviamente, el tema que siempre surge es el tema económico, porque nosotros, como radios comunitarias, además de que estamos bajo una figura legal de que somos permisionadas, tenemos absolutamente todas las mismas obligaciones técnicas, legales y programáticas que cualquier otra radio pero no tenemos el derecho a comercializar. Eso nos impide de cualquier manera tener un medio más ágil porque mucho del tiempo lo estamos dedicando entre los colectivos a generar los fondos y generando con esto los espacios para las voces de los que usualmente no se escuchan en el país.”

    El trabajo de las radios comunitarias representa un esfuerzo importante en dar a conocer las otras voces del bicentenario. Indígenas, mujeres e inmigrantes son algunas de las voces que forman parte de ese coro. A pesar de su frecuente exclusión dentro de la narrativa oficial de la historia mexicana enriquecen la variedad de perspectivas que existen sobre la historia del país y, en particular, sobre el significado del bicentenario para el pueblo mexicano.


    “El bicentenario mexicano y las otras voces” es una co-producción de Democracy Now en Español y el Instituto Mexicano de la Radio (IMER), con apoyo del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Pittsburgh.

    Investigación y locución: Christine Waller

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