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La Red Internacional de Organizaciones por las Libertades Civiles (INCLO, por sus siglas en inglés) ha publicado un amplio informe, con las conclusiones de una investigación realizada a nivel mundial sobre la represión de protestas pacíficas a través del uso excesivo de la fuerza policial y la criminalización de los discidentes. El informe, llamado “Take Back The Streets: Repression and Criminalization of Protest Around the World” (Despejar las calles: represión y criminalización de la protesta en el mundo), advierte acerca de una tendencia creciente a percibir en las personas que ejercen su derecho a protestar —uno de los derechos democráticos fundamentales— una amenaza que requiere una respuesta enérgica del gobierno. Los estudios de caso descriptos en este informe muestran cómo diferentes gobiernos han respondido frente a protestas pacíficas, en Estados Unidos, Israel, Canadá, Argentina, Egipto, Hungría, Kenya, Sudáfrica y Gran Bretaña. El nombre del informe proviene de un informe policial emitido en junio de 2010, cuando cientos de miles de canadienses salieron a las calles de Toronto para protestar de una manera no violenta contra la Cumbre del G-20. Un alto comandante de la policía de Toronto respondió a estas protestas emitiendo la orden de “despejar las calles”. En un lapso de 36 horas, más de 1.000 personas —manifestantes pacíficos, periodistas, observadores de derechos humanos y residentes del centro— fueron detenidos y puestos bajo arresto. Hablamos sobre este tema con tres personas: Abby Deskman, co-editora del informe, abogada y directora de programas en la Asociación Canadiense por las Libertades Civiles; Anthony Romero, director ejecutivo de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles; y Hossam Bahgat, activista egipcio por los derechos humanos y fundador y director ejecutivo de la Iniciativa Egipcia por los Derechos Individuales.